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06:24 viernes 2 febrero, 2018
ColaboradoresEditorial EL UNIVERSAL / Crímenes de odio: fin a la impunidad Los crímenes de odio son tragedias inaceptables que ocurren con frecuencia en la sociedad mexicana; representan la vulneración más grave de la dignidad de una persona simplemente debido a su raza, religión, orientación sexual u otras condiciones. Estos delitos son motivados por prejuicios de índole diversa y cometidos por personas incapaces de reconocer en el otro a una persona, un igual en derechos, que también forma parte de la comunidad. Como documenta EL UNIVERSAL, en nuestro país ocurrieron 81 crímenes de odio entre 2006 y 2017 a personas transexuales. El distintivo de estos homicidios es la violencia irrestricta que se ejerce sobre la víctima, quienes suelen ser personas de entre 30 y 35 años distribuidas a lo largo del territorio nacional. La brutalidad es, por desgracia, lo que define a estos crímenes. A pesar de saber las características y el móvil de los asesinos, las autoridades gubernamentales son omisas en el mejor de los casos, si no es que desprecian abiertamente esta realidad. Como está documentado, existen casos en los que, a pesar de contar con evidencias suficiente para procesar a los culpables de estos delitos, los gobiernos no actúan por tratarse de víctimas transexuales. Los servidores públicos que han procedido de esta forma ponen en entredicho la igualdad ante la ley consagrada en los textos legales que dan forma a nuestro contrato social. Así como los crímenes de odio, la selectividad en la aplicación de la ley es inadmisible. Una consecuencia del descrédito que distintos gobiernos demuestran hacia estos delitos, es la impunidad de quienes los cometen. Cuando se trata de crímenes de odio por orientación sexual, las autoridades no proceden legalmente contra los culpables; parte de la normalidad alrededor de estos hechos es la libertad para los homicidas. Los crímenes de odio necesitan ser visibles sin importar la característica por la que se cometen, más aún cuando son las propias autoridades a quienes menos interesa resolverlos. No pueden quedar en el olvido a causa de policías ineficientes o servidores públicos con prejuicios. Las condiciones étnicas, religiosas y de orientación sexual, entre otras, deben ser protegidas por las leyes y cuidadas en la práctica por las instituciones del Estado. Frente a los crímenes de odio, los gobiernos deben asumir posiciones claras para que no sigan ocurriendo. Los ministerios públicos tienen el papel de investigar y resolver estos casos, en lugar de evadirlos y dejarlos pasar. Garantizar el respeto a la dignidad de cada persona, independientemente de sus características, es un rasgo básico de la democracia en la que cada integrante de la comunidad puede ser quien es sin temor a ser oprimido.
Frentes Políticos I. ¡Basta! El hartazgo social no es parte de más discursos de demagogia. Es real y los ciudadanos lo sienten hacia la clase política, que lo único que ha hecho es una precampaña de lodo. José Antonio Meade, precandidato a la Presidencia por la coalición Todos por México, ya se autoimpuso un alto y aseguró que no se confrontará con los abanderados de otros partidos porque está seguro de que no es lo que la ciudadanía desea. Por eso continuará con la estrategia de no enfrentarse con sus adversarios. ¿Y el resto?, ¿enganchados? Los partidos políticos no parecen interesados en respetar las reglas... total, las multas las pagan los ciudadanos, vía impuestos. II. ¡Vámonos! El arranque del último periodo ordinario de sesiones del Congreso se caracterizó por la solicitud de licencia de otros 25 legisladores que buscarán contender en las elecciones. Por ejemplo, Jorge Carlos Ramírez Marín, quien dejó la presidencia de la Cámara baja para buscar un lugar en el Senado. La temporada de abandonar las curules continúa y los legisladores dejarán a sus suplentes, de quienes se espera que terminen con decoro lo que los chapuzones comenzaron. Hasta el momento, son suplentes 75 de los 500 diputados y 36 de los 128 senadores. A siete meses de que inicie la LXIV Legislatura, la actual sirvió, para un centenar, como el trampolín perfecto con el fin de alcanzar sus aspiraciones políticas. ¿Se merecen un mejor escenario?, ¿cumplieron con el país? III. Todo a su tiempo. Édgar Romo, presidente de la Cámara de Diputados, afirmó que no se vale desacreditar desde ahora al Instituto Nacional Electoral, el árbitro de los comicios, “pues ni siquiera han frenado los trabajos de fiscalización”, así que pidió confiar en la imparcialidad de los consejeros y del personal del INE. Por su parte, Emilio Gamboa, coordinador del PRI en el Senado, destacó que el INE se formó con mucho esfuerzo, trabajo y dinero, por lo que será un buen juez en la contienda. Hay políticos y partidos que ya reprueban la actuación de la autoridad electoral, pero son los mismos, que una y otra vez, incurren en ilegalidades que después les cuestan millones en multas. Se vislumbran como los comicios más reñidos. Tiempo al tiempo. IV. Por la derecha. La decisión de Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía, de buscar el consentimiento de 80 comunidades indígenas en 12 estados, para construir infraestructura energética, es histórica. Nunca antes se les tomó en cuenta. Senadores del Partido Verde y del PRI recibieron del funcionario federal 13 proyectos con los que se buscan beneficios para estas comunidades. De acuerdo con los artículos 1 y 2 constitucionales, y el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, al que México está suscrito, las comunidades indígenas deben ser consultadas de forma previa a la realización de un proyecto que pudiera afectar sus intereses. Estas consultas se desarrollan en Oaxaca, Chihuahua y Chiapas y evitarán conflictos como el que se tiene con los yaquis por el agua. ¿Y si no dan su consentimiento? V. A tiempo. La política recibió ayer una buena noticia: Vicente Fernández Jr., hijo del cantante mexicano, declinó a contender por una candidatura independiente a la gubernatura de Jalisco. Dijo que no le hará “el caldo gordo” a grupos de poder que sólo se aprovechan para “que todo siga igual”. Agradeció a quienes “de buena fe” le dieron su firma y señaló que desde la plataforma que pueda ayudará a la gente de formas que no necesariamente tengan que ver con la política. Se dio cuenta, pero hay quienes siguen embelesados con la idea de que ser político es sencillo. “Qué mal que Vicente Fernández Jr. ya no será gobernador de Jalisco”, dijo nadie nunca.