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06:33 viernes 23 marzo, 2018
ColaboradoresEditorial EL UNIVERSAL / ¿Serán confiables los comicios? En época electoral, las ideas, las propuestas y los debates son determinantes para un ejercicio democrático ejemplar. Sin embargo, de poco valdrá que lo anterior predomine en las campañas si la población no tiene confianza en las instituciones que tienen a su cargo la organización del proceso. Los resultados de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental 2017, que presentó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, no son nada satisfactorios, más bien preocupantes. Poco más de dos terceras partes de los encuestados (68.3%) desconfían de las instituciones electorales mexicanas. Es la primera vez que el Inegi realiza este tipo de encuesta, por lo que no hay oportunidad de compararla con resultados previos. Esos niveles de desconfianza usualmente no se alcanzan de un día para otro; en México son resultado de un cúmulo de malas prácticas o tropiezos que se han dado en torno al funcionamiento de las instancias electorales. La elección de consejeros electorales, por ejemplo, ha sido criticada por analistas, debido a que se ha convertido en un reparto de posiciones de los partidos políticos, pasando por encima del carácter autónomo que debe prevalecer en el INE. En su desempeño reciente algunas acciones de la autoridad electoral pudieron haber minado aún más la confianza, como el acuerdo con Facebook, red social que actualmente está bajo sospecha de haber contribuido —al menos por omisión— en la manipulación de datos de unos 50 millones de personas para incidir en el resultado de las elecciones de 2016 celebradas en Estados Unidos, o la decisión que el INE tomó hace una semana respecto a los aspirantes a contender por la Presidencia de la República por la vía independiente. Organismos electorales locales también han aportado a los índices de desconfianza. En Chiapas, la FEPADE obtuvo el año pasado la formal prisión a ex consejeros electorales por agregar datos falsos al listado de electores. A principios de 2018, sin embargo, quedó sin efecto la formal prisión “por violaciones al derecho humano de defensa adecuada”. La remoción misma del titular de la FEPADE, ocurrida en octubre pasado, contribuye también a ver con recelo a las instancias electorales. En los comicios que tendrán lugar el 1 de julio, el INE, el Tribuna Electoral y la FEPADE tendrán un reto mayúsculo: que cada uno de sus actos genere confianza en la ciudadanía. Nada alentará más a la consolidación democrática del país que el aval de la sociedad a los resultados.
Frentes Políticos I. ¡Vámonos! A 51 legisladores les urgía pedir licencia en la Cámara de Diputados y lo hicieron ayer. Buscan contender por algún otro cargo de elección popular. Durante la sesión de este jueves, la última del mes —pues salen once días de vacaciones—, Ernestina Godoy, la secretaria de la Mesa Directiva, indicó que dejan las curules de manera indefinida o hasta julio próximo. Entre los que emprendieron la desbandada están Rocío Nahle, coordinadora de la bancada de Morena, y Delfina Gómez, excandidata de ese partido para el gobierno del Estado de México; buscan llegar al Senado. Manuel Espino dejará el cargo hoy de manera indefinida. Al fin que ni tienen pendientes, salvo ir chapulineando. El diez por ciento de los diputados dijo adiós. Pero no se les va a extrañar. ¿Cuántos se marchan con la satisfacción del deber cumplido? II. Peligro. Las fake news o noticias falsas no son producto de la postmodernidad. Han existido siempre en otras formas como trascendidos, rumores o filtraciones. Pero rumbo a las elecciones más competidas en la historia de México son un problema mayúsculo. Por ello se instalará, del 30 de marzo al 1 de julio, un Observatorio de Medios Digitales para ayudar a que los ciudadanos las identifiquen. Uno de los objetivos es saber si las redes estimularán una democracia deliberativa, donde los usuarios puedan tener acceso a mayor información para tener un voto más razonado, manifestó José Luis López Aguirre, director del Observatorio. No entremos a este juego, podríamos terminar construyendo un país fake. III. Dónde está la crisis. A México le sobran buenas noticias, al menos en el aspecto económico. Independientemente del diseño que se tiene para después de 2018, la economía mexicana se fortalece. Estados Unidos eximió, por el momento, a la Unión Europea y varios países, incluidos México, Argentina y Brasil, de los pesados aranceles al acero y al aluminio. El gobierno de Donald Trump impuso el 8 de marzo aranceles de 25% a las importaciones estadunidenses de acero y de 10% a las de aluminio, lo cual hace temer el estallido de una guerra comercial generalizada. Además, Larry Rubin, el representante del Partido Republicano y candidato a embajador de EU en México, afirmó que en mayo habrá un nuevo TLCAN. Viento en popa, dicen los clásicos. IV. Dudas. El PRD pidió al Instituto Nacional Electoral explicar por qué los mexicanos deberían tener la certeza de que no se va a usar o se ha usado la base de datos del padrón electoral para manipular la conciencia del electorado. Esto ante el escándalo mundial por la filtración de datos de usuarios de Facebook, utilizados en campañas electorales. El diputado Jesús Zambrano destacó que de ser usada la base de datos del padrón electoral para influir en el voto a través de la red social es condenable, “viola toda regulación, toda ley, toda normatividad, tanto internacional, como nacional”. Tiene razón, los mexicanos no podemos vivir sin saber, por ejemplo, cómo es que la líder del PRD, Alejandra Barrales, atesoró su “mediana” fortuna en tan poco tiempo. V. No al modelo caduco. El país merece ser lo más importante para quienes vivimos en él. Los logros obtenidos en estos años son la columna vertebral de los avances que se alcancen en el futuro inmediato con la Reforma Energética. Es el México del mañana que se construye en el México de hoy. En Veracruz, el presidente Enrique Peña Nieto advirtió que interrumpir este proceso implicaría un costo muy elevado que cancelaría la creación de unos 800 mil nuevos empleos e inversiones por 200 mil millones de dólares. El próximo gobierno tiene derecho y libertad de revisar los cambios estructurales para constatar que le da sentido a lo venidero