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07:57 miércoles 4 julio, 2018
ColaboradoresEditorial EL UNIVERSAL / Una transición pacífica
El país tiene retos muy complejos por delante: escaso crecimiento económico, estructuras en las que prevalecen la inseguridad, la corrupción, la violación de derechos humanos, entre muchos otros. Por ello, requiere que el trabajo de las instituciones no se detenga, que las políticas públicas diseñadas para atacarlos se desarrollen adecuadamente. En resumen, más allá del cambio de gobierno, se necesita de la amplia cooperación de la administración saliente y del equipo de transición que concluirá en la llegada de un nuevo gobierno federal. Hasta ahora, las señales emitidas por el gobierno de Enrique Peña Nieto y el candidato ganador de la elección presidencial, Andrés Manuel López Obrador, son positivas. El ánimo reinante en la primera reunión que sostuvieron ambos en Palacio Nacional fue de concordia, además de que en el discurso, en las actitudes, han prevalecido los llamados a la unidad y a anteponer al país por encima de los intereses particulares. A diferencia de lo que ocurrió en las campañas presidenciales, el inicio de la transición remarca la civilidad democrática de sus protagonistas. Durante el proceso electoral, las acusaciones entre candidatos y los señalamientos hacia el gobierno federal generaron en el espacio público un clima de tensión propio de la lucha por el poder, sin embargo no estaba claro cómo se terminaría con un ambiente tan negativo. Los primeros indicios del proceso de transición tienen más que ver con la serenidad, con la buena voluntad, que con la confrontación. Son características que se han mantenido desde que comenzó la alternancia en el poder en nuestro país, hace 18 años. Cuando la institucionalidad está fuera de duda, cuando el país está por encima de los intereses de grupo, es posible transitar de un gobierno a otro de manera armónica, como ha sucedido en el pasado y como ocurre actualmente. A nivel federal se ha conseguido estabilidad en los procesos de transición, un atributo que debe replicarse a nivel estatal y municipal. Es necesario que los cimientos de la democracia tengan solidez en todos los niveles de gobierno, que en cualquier parte del país se transite de un gobierno a otro en los mejores términos para beneficio de las instituciones y de la ciudadanía. No se puede perder tiempo. Los grandes problemas públicos, comunes, siguen ahí. Las necesidades más apremiantes de la sociedad no han desaparecido, por lo que el encuentro y el diálogo entre el gobierno saliente y los ganadores de la elección deben darse en un contexto cooperativo para que, en última instancia, se beneficie al país. Que este ánimo se mantenga durante lo que resta de la transición y la democracia mexicana resultará aún más fortalecida.
Frentes Políticos
I. Señales. Lo primordial en la transición es que el país no sufra sacudidas de ningún tipo. Y eso, al menos en el sector económico, se va garantizando. Los destellos de confiabilidad que ha dado Andrés Manuel López Obrador en los dos días posteriores a su virtual triunfo para la Presidencia de México hablan de un futuro sólido. Dijo en su discurso que respetará la autonomía del Banco de México y ayer informó que los equipos negociadores del Tratado de Libre Comercio para América del Norte seguirán, porque “me han dicho que lo están haciendo bien”. El espaldarazo a Luis Videgaray, el canciller, bien ganado. La decisión brinda confianza al sector financiero. Gran señal. II. Agradecimiento. José Ramón López Beltrán, hijo mayor del virtual Presidente electo, agradeció a los ciudadanos por la jornada electoral. “Por todo ese entusiasmo, toda esa alegría, toda esta voluntad que tuvieron para ser parte de los comicios. Le debemos todo a esta gente noble, libre, consciente, que, de forma unida y organizada, salió a participar para lograr un cambio”. Pero lo importante es que no aspira a ningún cargo público. “No, no, no. Yo no voy a trabajar en el gobierno, yo voy a trabajar en otra cosa, el tiempo lo decidirá”, afirmó. Tiene ganas, como miles de mexicanos, de cambiar a este país. Ha hecho lo suyo. Fue parte de quienes organizaron el triunfo que, fácil, no fue. III. Trascendencia. Con acelerador a fondo, el equipo de Andrés Manuel López Obrador afina todos los detalles y, en apenas horas, ya se dio uno de los encuentros más importantes en la vida política moderna, la reunión entre Enrique Peña Nieto, primer mandatario de la nación, y el Presidente electo. Peñarefrendó a López Obrador la disposición del gobierno de la República de brindarle el apoyo que requiera para preparar el inicio de la próxima administración federal. Dialogaron sobre el proceso de transición entre las dos administraciones, a desarrollarse durante los próximos meses. El presidente Peñadesignará a un equipo que trabajará con sus contrapartes, ya nombradas por López Obrador. Las reuniones serán periódicas y será una transición “ordenada, detallada y transparente. Aquellos temas de carácter transexenal que lo requieran, serán atendidos de manera coordinada”, informó un comunicado de Los Pinos. Como lo dijo a finales de campaña: “Este arroz, ya se coció”. IV. Día productivo. En sus oficinas de la colonia Roma, Andrés Manuel López Obrador recibió a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, de quien, aseguró, es precursor, junto con otros dirigentes políticos, del movimiento democrático que llevará a cabo la cuarta transformación de México. No ventilaron si será parte de la nueva administración, pero contar con el apoyo de este icono de la izquierda en México suma al proyecto. Cárdenas confirmó que estará acompañando los planes de López Obrador y están listos para arrancarlos. El pasado 20 de junio, a 11 días de los comicios presidenciales, López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas se reunieron para desayunar juntos. Al ingeniero lo que se le da es la funcionalidad. Es práctico. “Hay que aprovechar la unión, pero saber para qué, porque, si no, el estar juntos como muéganos no sirve para nada”, comentó semanas atrás. La reconstrucción emocional está en marcha. La democracia fluye. V. Perdidos. Diego Sinhué Rodríguez, de la coalición Por Guanajuato al Frente (PAN-PRD-MC), es el virtual vencedor en los comicios. Mucho trabajo tendrá, pues debe revertir la tendencia a la baja que en muchos rubros le heredará el actual mandatario, Miguel Márquez Márquez. Tan sólo ayer, un enfrentamiento entre hombres armados en Jerécuaro dejó un saldo de cinco personas muertas, entre ellas tres oficiales de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado, quienes arribaron al sitio para detener el tiroteo. En el enfrentamiento también murieron dos civiles. Es tal la violencia que sacude a Guanajuato, que los crímenes de un solo mes, enero de 2018, suman el mismo número que los de todos los meses del año 2000. Los responsables huyeron hacia el municipio de Coroneo, los del tiroteo, porque los de combatir la inseguridad, esos responsables aún siguen en la casa de gobierno.