La miel es una sustancia maravillosa, producida por las abejas a partir del néctar (jugo) de las flores y plantas. Las abejas toman las sustancias, las mezclan con sus encimas (sí, comen y regurgitan el néctar) lo depositan y almacenan en panales hasta que surge el líquido dorado. Como ven es un proceso complejo que requiere mucho tiempo y, sobre todo, a la naturaleza para lograrse; es por eso que las grandes empresas hacen trampa y alteran el fenómeno de la miel con el fin de vender más miel embotellada. El fraude es sencillo: en vez de esperar a que la miel madure, se le agrega jarabe de maíz y agua, añadiendo muchísima azúcar procesada y aminorando las poderosas propiedades del producto. ¿CÓMO ESCOGER UNA MIEL REAL? Para evaluar la calidad de la miel se tiene que revisar la cantidad de polen, ya que sin este componente pierde todas sus propiedades. Cuando vayas al supermercado revisa la etiqueta y nunca de los nuncas compres miel que contenga jarabe de fructuosa o glucosa. Otro punto es observarla durante un tiempo, si permanece líquida es miel adulterada, ya que la verdadera se cristaliza. Con el fin de aprovechar todos los beneficios de este superalimento (antinflamatorio, antiséptico, etc.) es importante que escojas miel de buena calidad y, sobre todo, que sea real. -- EXCÉLSIOR