Ahorrar evidentemente no es un hábito que tengamos presente, ahora en la perspectiva del gasto diario: la boleada de zapatos, el café del día, el periódico o revista, la botella de agua o el refresco, la cajetilla de cigarros, esos pequeños gastos logran convertirse una cifra significativa. Al hablar de finanzas personales es difícil reconocer que casi nunca logramos planear nuestros gastos; es a través de sus ingresos, como uno intentaría lograr contemplar la magnitud de sus gastos, pero desafortunadamente con el acceso a créditos y facilidades de pago uno casi siempre desborda la cartera sin contemplar nuestra estabilidad económica en un largo plazo. De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de Los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), los pequeños gastos al no ser contemplados logran representar hasta un 12 por ciento de nuestros ingresos. Estos gastos se encuentran en todas partes, y a pesar de eso es muy fácil que estos pasen desapercibidos. Esto debido a que únicamente concentramos atención a desembolsos grandes, tales como el pago de renta, de luz, de teléfono, de gas, ropa, alimentos, gasolina, entre muchos otros. Estos gastos por muy pequeños que sean, logran afectar la sustentabilidad económica de las familias. Compras a meses sin intereses

Al adquirir una compra a crédito, las modalidades de pago por muy accesibles que suenen en un largo plazo se convierten en lo peor, más al no efectuar el pago a tiempo lo que genera intereses. Comisiones por tarjetas

Tener el plástico en nuestras manos logra ser una enorme oportunidad, pero a la vez una más enorme responsabilidad. Con las distintas comisiones que logra generar de acuerdo al banco que pertenezca, tales como: anualidad, consulta de saldo, reposición de tarjeta, disposición de efectivo. ¿De qué forma los puedo combatir?

De acuerdo con especialistas en soluciones financieras, las compras de manera inteligente al portar únicamente el efectivo necesario y organizar así nuestras finanzas. Planificar nuestros gastos logrará manejar nuestras finanzas de una mejor manera. De acuerdo a nuestra capacidad económica, es decir nuestros ingresos, tenemos que contemplar primeramente nuestras necesidades básicas, es decir, lo que no puede faltar en el día a día. En segundo plano analiza cuáles serían tus necesidades secundarias, desde ropa, salir de paseo, el gasto en tu celular y demás. No le tomes demasiada importancia, pero tampoco lo dejes pasar.   --

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