Para iniciar una investigación como la que realiza la Comisión Federal de Competencia Económica al futbol mexicano, existen dos posibles orígenes: el primero es de oficio por la sospecha de alguna práctica monopólica y la segunda es una denuncia que puede hacer algún afectado. A través del portal de la Cofece cualquier persona puede reportar de forma anónima y confidencial hechos que constituyan alguna práctica anticompetitiva. Para ello solo debe proporcionar un correo electrónico, un teléfono, el asunto y la descripción de los hechos que, si resultan útiles para el organismo, entonces emprenderá la averiguación correspondiente. “La Comisión pudo actuar de oficio o alguna parte que haya sido miembro de estos arreglos puede ir acusar esto a la Cofece y la Cofece inicia las investigaciones”, explicó a Mediotiempo el abogado Ernesto Meade. “(La Comisión) puede llamar a que comparezcan, pedir documentos, información o los que sean señalados por presuntos infractores de esta prácticas”. Como pruebas para iniciar las indagatorias bastarían los anuncios que realizaron la Liga MX junto con la Federación Mexicana de Futbol y la Asociación de Futbolistas Mexicanos (AMF) sobre el hecho de ponerle fin al Pacto de Caballeros. Esto porque al hablar del tema se reconoció de manera tácita que existe dicho acuerdo que resulta ilegal ante las reglas de FIFA y en este caso como una práctica monopólica porque impide a los jugadores contratarse libremente si han concluido su contrato. “A lo mejor la Comisión no tenía información suficiente como para presumir que sí existía ese pacto y por eso nunca había iniciado una acción; no sé si después de esta reunión (con la AMF), un poco de manera tácita, se aceptó la existencia y pudo haber iniciado de oficio la investigación”, abundó. “Otra opción es que alguien que haya sido afectado haya ido directamente a la Comisión a acusar esta práctica monopólica y por ahí se haya iniciado esta investigación”. La Cofece emitió un comunicado donde aclara que aún no puede atribuirse responsabilidad a nadie por lo que “esta investigación no debe entenderse como un prejuzgamiento sobre la responsabilidad de agente económico alguno”.

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Mediotiempo