Vínculo copiado
La situación que vivimos es excepcional y, para el monje budista Matthieu Ricard, conocido por ser el hombre más feliz del mundo, "hay que poner el bienestar de los ciudadanos y ciudadanas como prioridad”. Hace falta "una economía de cuidados, al servicio de la sociedad, y no una sociedad al servicio de la economía”.
19:14 miércoles 1 abril, 2020
ColaboradoresLa situación que vivimos es excepcional y, para el monje budista Matthieu Ricard, conocido por ser el hombre más feliz del mundo, "hay que poner el bienestar de los ciudadanos y ciudadanas como prioridad”. Hace falta "una economía de cuidados, al servicio de la sociedad, y no una sociedad al servicio de la economía”. Amanece hoy, el día uno de los siguientes treinta días que, para quienes tienen la oportunidad de hacerlo, pueden quedarse en casa….no todos corren con la misma fortuna, muchas personas a lo largo de la ciudad tiene que salir a cumplir con su labor, ya sea porque se encuentran inmersos en actividades esenciales para la economía, o bien, en los ´primeros frentes de la batalla´, o definitivamente no han frenado en su espacio laboral, algunas veces justificado, y otras no tanto. Finalmente, esperemos los menos posibles, a quienes no les preocupa la situación y con omisión total, siguen realizando sus labores como si nada pasará. La realidad, fuera de las cifras que ofrecen los gobiernos, los especialistas y un sin número de información en las páginas web, las redes sociales, los grupos de whats app, las llamadas telefónicas, los anuncios en los comercios, la radio y la televisión; es que la curva de contagios tiene que minorízar, y mientras no suceda así, las medidas se verán cada vez más estrictas, con exigencias al grado, de cómo le paso a China, el país más habitado del mundo, cerrar por completo su actividad económica, construir hospitales en menos de diez días, y restringir con medidas ´apocalípticas´ el contacto social. Afortunadamente, la sociedad y todos para quienes tuvimos la experiencia de lo sucedido con la influenza en el año de 2009, pensamos ´rápido´ y tomando como ejemplo lo que estaban viviendo en muchos países, optamos por el #QuedateEnCasa, al menos quince días antes de que el gobierno federal lo dijera con todas sus palabras, enmarcándole como ´nuestra última oportunidad´. Desafortunadamente, algunos no; ¡muchos! no fueron tan perspicaces, y siendo una enfermedad de tan fácil transmisión, el costo será alto en términos económicos, sí, pero sociales aún más. La situación que vivimos es excepcional y, para el monje budista Matthieu Ricard, conocido por ser el hombre más feliz del mundo, "hay que poner el bienestar de los ciudadanos y ciudadanas como prioridad”. Hace falta "una economía de cuidados, al servicio de la sociedad, y no una sociedad al servicio de la economía”. No existe otra forma de salir adelante, que no sea detener la velocidad con la que se propaga la enfermedad, iniciando desde hace quince días, pero no tan relevante como este día uno, de los próximos treinta y un poco más que estaremos bajo un ritmo de vida anormal.
Tan anormal, como positivo lo que hasta cierto punto ha dejado tras su paso:
o Menores niveles de contaminación en la atmosfera.
o Para algunos, la oportunidad única para dejar de fumar.
o Mejorar la comunicación familiar.
o Reducir los niveles de estrés en oficinas.
o Darnos cuenta de la capacidad de nuestros líderes de reaccionar ante adversidades.
o Darnos cuenta de por quién en realidad votamos.
o Mejorar la movilidad en la ciudad, notablemente.
o Generar un ahorro en el consumo de combustible.
o Menos desechos públicos.
o Ritmo más lento, pero quizás más productivo.
o Conocer y aprovechar el término ´Home Office´.
o Reconocer las fortalezas de las personas con las que vivo.
Todo esto parece bueno, cuando, a esta altura, son ya quince días de resguardo, pero considerando que nos faltan treinta días más y las preguntas hacia el exterior seguirán siendo las mismas, ¿cuántos contagios nuevos ha habido?, ¿en qué fase nos encontramos?, ¿cómo están en resto de los países?, ¿la curva ya bajo?, ¿recorrerán el período escolar?, ¿que pasara con mi trabajo?.......¿Que desayunaremos hoy?....... ¿Qué podríamos hacer? Sencillo, reconocer que hay un tipo de fuerza, que solo emerge cuando estamos juntos, la solidaridad de nuestros pensamientos y la calidad de nuestras relaciones personales, reconocida por organizaciones alrededor del mundo como una de las principales cualidades y fortalezas de los mexicanos; usando esto a nuestro favor considerando que la conciencia de unos cuantos puede salvar a todos.
Compartiendo mensajes positivos, realizando video llamadas con nuestros seres queridos, comprando local, siendo tolerantes, empáticos e incluyentes, pero sobre todo:
Viviendo un día a la vez.
Si, faltan más de treinta días para llegar a la normalidad, pero nada será más importante que reconocer que solo tenemos el día de hoy para vivir, que muchas cosas pueden pasar, pero que solo hoy cuenta, lo que diga y haga en casa, en mi camino o trabajo, si aún tengo que acudir. En recurrir a la música, a la lectura, al baile, al descanso, a la meditación, a la conversación, al trabajo en el hogar desde el punto de vista familiar.
Recursos hay muchos, tan solo busque en Google o YouTube sobre tutoriales y lista de actividades que realizar en casa durante cuarentena y encontrará lo perfecto para usted. Anime a los suyos a hacer lo mismo, pues esta oportunidad de estar cerca de ellos, a este grado, durante tanto tiempo, será difícil que esto vuelva a suceder, no así, no hoy, no bajo estas condiciones.
Paradojas de la vida: las abuelas en México siempre han dicho que la Semana Santa es un período para guardarse y no salir; hoy, con todo esto, es la oportunidad única para decir, ´Abuelita tenías razón´.
Mérito aparte merecen las autoridades de San Luis Potosí que con la serie de medidas de apoyo económico y social que se han liberado en los últimos días, han sido reconocidos como de alto valor y aporte por organizaciones alrededor del país. Seamos conscientes, agradezcamos y usemos lo necesario.
Las instrucciones están dichas, las cartas están sobre la mesa, las autoridades (con su reserva) han hecho lo suyo, ahora nos toca a nosotros, cuidándonos más que nunca, siempre y en todo lugar.
Juntos podemos salir adelante, siendo nuestra mejor versión.
Viviendo un día a la vez.
#CiudadesFelices
Nos leemos la próxima.
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