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El programas cuadrante es un diseño de prevención del combate a la delincuencia fundado en los principios de proximidad a los ciudadanos. Se instrumentó para generar una acción policial más eficaz, así como una supervisión más efectiva sobre todos y cada uno de los elementos y equipos de la corporación, con esto se logra, mayor seguridad para quienes viven en la ciudad capital de San Luis Potosí.
00:16 jueves 28 junio, 2018
ColaboradoresEl programas cuadrante es un diseño de prevención del combate a la delincuencia fundado en los principios de proximidad a los ciudadanos. Se instrumentó para generar una acción policial más eficaz, así como una supervisión más efectiva sobre todos y cada uno de los elementos y equipos de la corporación, con esto se logra, mayor seguridad para quienes viven en la ciudad capital de San Luis Potosí. El “Plan Cuadrante” ofrece mediante la aplicación de un modelo de proximidad social, similar al esquema de redes vecinales que se desarrolla en las colonias de la capital de San Luis POtosi, pero en este caso con acciones de intervención muy específicas para contrarrestar la dinámica delictiva que se presenta en el Centro Histórico y que en otros sectores de la ciudad ha rendido resultados positivos.
La vigilancia con drones, el sistema de video vigilancia que opera desde el C-4 y los patrullajes permanentes tanto estacionario como en recorridos, presencia de oficiales a pie tierra y la interacción con los comerciantes, será fundamental para obtener resultados favorables a corto, mediano y largo plazo.
En Chile la comandancia de Carabineros aplico el programa cuadrante con una efectividad del 80 % en polígonos urbanos de alta vulnerabilidad en su primer año y si bien las ciudades de Colombia aún se ubican entre aquéllas con las tasas más altas de asesinatos en América Latina, en las décadas recientes, el país se ha convertido en un destacado punto de referencia en el ámbito de reducción y prevención de la violencia urbana. En 2015, Colombia registró 22,8 asesinatos cada 100.000 habitantes, alcanzando así su índice más bajo en 30 años.
En las últimas décadas se transfirieron más poderes a las ciudades al redefinir la función de los alcaldes, otorgándoles un papel más fuerte y guiando las actividades de policía.
Por primera vez, las ciudades apoyaron programas de policía comunitaria más eficaces y efectivos (centrados en las zonas calientes y con claros indicadores de éxito), además de horarios provisorios de cierre de los bares y restricciones en el consumo de alcohol con el fin de reducir los delitos a altas horas de la noche.
En la capital mexicana se dividió en cinco zonas en todas las Delegaciones (Centro, Sur, Oriente, Poniente y Norte) que a su vez fueron sub divididas en 15 regiones en las que se distribuyeron los 74 sectores de la policía y que integran a los 918 cuadrantes de vigilancia. Los cuadrantes son extensiones de 800 a mil metros cuadrados con características específicas de afluencia de personas, desarrollo comercial y habitacional e incidencia delictiva. En cada uno de los 918 cuadrantes hay tres jefes, uno por cada turno que fueron elegidos entre sus compañeros por su desempeño dentro de la corporación al alcanzar cuando menos el grado de policía primero o segundo con capacidad de liderazgo y actitud para buscar la cercanía con los ciudadanos.
Esta línea de acción preventiva que se implementó a través de un programa por cuadrantes de prevención del delito, pretende servir de recordatorio de que aún hay mucho por hacer en los sectores urbanos. Baste decir, para justificar este trabajo de implementación en materia de seguridad, que los Derechos Humanos y la cultura de legalidad significa la parte más sensible del nuevo sistema de seguridad municipal para el nuevo tejido social. Por otro lado, la intención primera del programa, es demostrar -partiendo de la teoría de los Derechos Humanos- cómo los factores de proximidad social de la DGSPM y concientización urbana pueden transformar el entorno social con políticas comunitarias que interactúen de manera oportuna en situaciones urbanas en crisis, y hacer énfasis en la coordinación diaria con C4 para optimizar la productividad de la tecnología controlando y reportando diariamente su estado de fuerza y mantener en operación el equipo asignado (patrullas, motocicletas, bicicletas, etc.) Por lo anterior y como nota final, es evidente que el primer paso sea una revisión del estado que guardan los derechos fundamentales de los ciudadanos potosinos en esos cuadrantes, pasando por una revisión de las estrategias de prevención del delito implementadas para intervenir en las colonias y conocer la evolución que han seguido los derechos de los ciudadanos y por lo tanto hacer un pronunciamiento de percepción e intervención oportuna en las zonas vulnerables.