Vínculo copiado
#ESNOTICIA
#ESNOTICIA
En una democracia como la mexicana que oferta en su catálogo de representación popular más de una decena de partidos políticos en el abanico de posibilidades, se daría por hecho que prácticamente todas las ideologías, posturas y pensamientos encontraría cabida, pero en la realidad no es así
07:52 miércoles 2 septiembre, 2020
EN LA OPINIÓN DE ERIKA SALGADOEn una democracia como la mexicana que oferta en su catálogo de representación popular más de una decena de partidos políticos en el abanico de posibilidades, se daría por hecho que prácticamente todas las ideologías, posturas y pensamientos encontraría cabida, pero en la realidad no es así. Pocos son los partidos que cuentan formalmente con principios bien establecidos y muchos menos, si no es que ninguno, que los lleven a la práctica en sus espacios de representación. La mayor parte de ellos fungen, no como satélites de los partidos “grandes”, como se les llama, sino como veleros que van a donde los mueva el dinero o la posibilidad de negociar los votos que les garanticen seguir viviendo del erario. Sin embargo, no nos apresuremos a despreciarlos, en la elección de 2015 de gobernador del Estado de San Luis Potosí, El Partido Verde Ecologista de México, aliado frecuente del PRI, sumó a la causa del entonces candidato tricolor, Juan Manuel Carreras 41 690 votos, los cuales bastaron y sobraron para garantizarle el triunfo, por encima de su más cercano contendiente, el PAN que se quedó a 28 776 votos de distancia. Por supuesto, también sumaron los 26 041 votos que aportó el Partido Nueva Alianza, a la coalición formada por esos tres partidos, PRI, PVEM Y PANAL. Pero ¿realmente fueron votos por el PVEM?, es decir, los ciudadanos que marcaron la boleta por el PVEM ¿lo hicieron por ser el voto duro o por lo menos simpatizantes de ese partido? o ¿lo hicieron porque les gustaba su candidato y no querían votarlo por el PRI? o ¿quizá porque no querían que ganara otro candidato, por voto de castigo hacia otros? Es difícil saberlo, pero sobra decir, después de haber mostrado las cifras, que el PVEM, por si sólo, no hubiera logrado gran cosa en la elección, pues incluso Movimiento Ciudadano logró más votos, peor aun, fueron más los votos nulos, que los emitidos por el partido verde. Pero durante tres décadas eso no le ha importado al partido ecologista, que ha visto sus mayores glorias en las alianzas que ha generado con otros partidos, como muestra cabe recordar que en las elecciones federales del 2000 se alió con el PAN para llevar a la presidencia a Vicente Fox. En el 2012, aliado con el PRI ganó la presidencia con Enrique Peña Nieto. El Verde no ha tenido lio en brincar de unos ideales a otros, siempre y cuando, vaya de por medio asegurado el sitio en el legislativo. En el caso de San Luis Potosí, el PVEM se ha mantenido un poco más fiel a su partido de sustento, el PRI, aunque no le ha vendido nada barato su apoyo. Durante un buen tiempo la dirigencia estatal del verde exprimió al máximo sus acuerdos, negoció diputaciones locales, se metió en la estructura del tricolor, y logró sacar partida de los recursos públicos de una manera que vale la pena estudiar a profundidad, pues según una denuncia de Ciudadanos Observando lo habría hecho de manera tramposa, justificando el dinero de los ciudadanos con capacitaciones que solo servían para favorecer a los mismos dirigentes. Pero se le fue acabando la gracia al PVEM, entre escándalos de corrupción de sus diputados, ante la pérdida de sus grandes padrinos y patrocinadores, sin una propuesta de representación sólida y pobres resultados electorales, con negociaciones carentes de lealtad a un ideal, el partido no sólo no ha crecido, sino que se ha ido desdibujando de la escena o peor aún, se ha ido manchando ante los ciudadanos. Hoy el Verde ya sin principios y sin dinero, se ha vendido a quienes lo usan para tratar de congratularse con el partido en el poder, Morena, es así que ha recibido a quienes han renunciado a sus partidos para negociar libremente sus apoyos con el mejor postor. En medio de esta situación la gran pregunta ya no es qué va a hacer el Verde de cara a la elección del 2021 en San Luis Potosí, porque se ve venir que prestará su apoyo al mejor postor y ya no sólo a cambio de votos que le garanticen su subsistencia, sino que podría incluso aventurarse a lanzar un candidato propio, si este paga el precio para poder apoderarse de ese partido, como ya lo hizo en el pasado. La pregunta en realidad es cómo le responderá la ciudadanía, un electorado potosino cada vez más exigente y que no olvida, porque el balance se hará del partido y del candidato y el verde no debe ignorar lo que ha pasado con otros partidos que le han entrado a ese juego y que terminan borrados, no sólo de la preferencia de los electores, quedan además, destrozados en su estructura y si algo hay que reconocerle al verde es que en un tiempo logró tener una estructura que le permitía entrar justo a las negociaciones políticas. La desesperación y la ambición serán piezas claves en esta elección, una alianza Verde y Morena también está en la mira, ante ese escenario Morena tiene la desicion de evaluar si el verde en San Luis Potosí suma o resta ante los principios del presidente y su bandera principal que ha sido el combate a la corrupción, los electores tendrán la última palabra.