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PEDRO OLVERA
00:03 lunes 30 octubre, 2017
ColaboradoresJuan Linz escribió en relación a la legitimidad como problema para un liderazgo democrático, que ante problemas de iguales dimensiones, un régimen en el que existe un fuerte compromiso con su legitimidad, tiene una probabilidad mayor de supervivencia que un régimen sin este compromiso; la legitimación por tanto, se convierte en la primera tarea de un liderazgo democrático; hay muchas dimensiones respecto a esto que señala Linz que tienen que analizarse y esto bien ha venido al caso en relación con el tema del Fiscal para Delitos Electorales Santiago Nieto, quien ha sido destituido de su puesto por un encargado del despacho, sin tomar en cuenta que para ser Fiscal tuvo que ser ratificado por el Senado. Y ese requisito no fué nada más una ocurrencia de los legisladores, sino que representa la necesidad de dotarle de independencia para poder funcionar como Procurador de Justicia Electoral .Y es que precisamente en estos asuntos electorales, es donde hemos ido cada vez más en retroceso a lo que democráticamente habíamos avanzado a partir de la década de los ochenta con el parte aguas del despojo de la presidencia a Cárdenas y la posterior re ingeniería de organismos y procedimientos electorales sobre todo en los noventas. Para que podamos hablar de un compromiso con la legitimidad democrática de un régimen, necesitamos hablar de credibilidad, necesitamos hablar de que no hay cortapisas en los comicios, que no hay comicios tan cuestionados, tan incrédulos para la gente que puedan ser precisamente materia de deslegitimación de la representación de una persona. En el caso que nos ocupa de la Fiscalía Electoral, todo parece indicar que el tema por el cual fue cesado fulminantemente, arbitrariamente Santiago Nieto( olvides usted del nombre), el Fiscal electoral que sea o que haya sido, es el Asunto de Odebrecht a partir de una investigación del Departamento de Justicia de los EEUU, publicada desde fines del 2016 en la que se detalla que esta constructora brasileña había realizado sobornos y cohechos con diversos gobiernos latinoamericanos durante los últimos 20 años en los que básicamente empujó candidaturas que por ello resultaron triunfadoras; muchos de los cuales como Brasil, Argentina, Colombia, Perú , El Salvador fueron ya objeto de grandes sacudimientos y en los cuales están detenidos hasta ex presidentes y vicepresidentes y han sido depuestos de sus cargos muchos funcionarios, algunos confesos totalmente por haber recibido dadivas de esa transnacional a cambio de que fueran tomados en cuenta sus productos, sus negocios y facilitarles precisamente la realización de estos negocios en sus países. Tal caso pudiera ser el de México y obviamente como bien dice el dicho “no hagas cosas malas que parezcan buenas o buenas que parezcan malas” aquí el asunto está dando a suponer a todo el mundo que hay algo muy oscuro que esconder pues el Fiscal Electoral se encontraba investigando esto precisamente, enfocado en la persona de Emilio Lozoya quien había coordinado las relaciones internacionales de la campaña de Peña Nieto en 2012. Lozoya fue señalado por miembros de Odebrecht como el contacto y receptor de millones presumiblemente para esa campaña. Y eso tiene que ver con lo electoral y además el cese del Fiscal , siendo el de asuntos electorales, demerita el proceso que está en ciernes y que materializa en 2018; el más importante de muchas décadas porque estamos casi viendo el ocaso del autoengaño de régimen y porque en realidad vamos ya en el tobogán del retroceso, hemos ido deslegitimando, entrando en la auto negación, incredulidad y decepción colectiva; hay una corrupción rampante que hace verdaderamente inaceptables las mejores argumentaciones, pero que además no de muestra de ningún compromiso para con la legitimidad, no hay el deseo de hacer bien las cosas, a diferencia de ello hay un cinismo por hacerlas, salgan como salgan pero que salgan a favor del grupo en el poder, del partido oficialista que durante tantos años ha ocupado el poder en este país y eso lo demuestra el atentado a la institución de la fiscalía electoral. El escándalo de corrupción de Odebrecht es mundial y el cese del titular de FEPADE no está exento de esa exposición. Todo de frente a la negociación del TLC y a la búsqueda de más y mejores inversiones y condiciones. ¿No cree usted que con la sutileza y elegancia de Trump echen en cara este desliz autoritario? Y, si la telaraña resiste ¿habrá que llamar a otro elefante?