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Esta semana a partir de la designación del (virtual) candidato del PRI a la Presidencia de la República, en la persona de José Antonio Meade, también arranca la cascada de decisiones en el resto de los partidos políticos, que esperaban esta definición para también alistar las “armas” con que libraran la “Batalla Política” más importante en México.
22:28 martes 28 noviembre, 2017
ColaboradoresEsta semana a partir de la designación del (virtual) candidato del PRI a la Presidencia de la República, en la persona de José Antonio Meade, también arranca la cascada de decisiones en el resto de los partidos políticos, que esperaban esta definición para también alistar las “armas” con que libraran la “Batalla Política” más importante en México. La Presidencia de la República, representa el objetivo más importante para la clase política, evento que atrae también la total atención del “respetable” y como cada 6 años, el Partido Revolucionario Institucional llevo a cabo la ceremonia del “dedazo” que es sin duda una de las ultimas de decisiones políticas más importante del Presidente en turno, que históricamente está escrita en las leyes del dominio público en nuestro país. Durante décadas cuando no contábamos con la Democracia en México, previo al año 2000 este proceso se dio en una definición institucional muy amplia, visión que es de admirarse en este partido donde no hay berrinches y las decisiones se respetan, porque también el reparto de poder, posiciones y canonjías se respeta posteriormente, para darle algo a todos. Pero en la década de los 70s la historia comenzó a variar, cuando los perfiles que sucedían al Presidente, surgían del interior del gabinete, perfiles tecnócratas (como les llamaron) sin la menor experiencia en cargos de elección, ni política de a pie, como el caso de José López Portillo, Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari, muy similares al de José Antonio Meade (con preparación de especialidad financiera) que incluso no cuenta con afiliación al partido que lo impulsa, tal vez esa sea una de las condiciones que esta vez le daría votos a un Partido, muy “desgastado” en todos sentidos, que difícilmente le daría fortaleza a su candidato, esta vez el no pertenecer al PRI es el valor agregado más importante para Meade. Más adelante la elección de su candidato primeramente, estaba condicionada a los perfiles que presentaba el partido en el poder (Partido Acción Nacional) para establecer una estrategia “ganadora” que no llego hasta el 2012 con el actual Presidente Peña, que fue beneficiado también con los pobres perfiles que desfilaron en la dirigencia Nacional, del Partido Acción Nacional, donde el más célebre se recuerda por haber contraído nupcias con una conocida cantante del grupo “Jeans” Tal vez no se supo dar una “buena relación” entre el jefe del partido, con el jefe de la Nación, no supieron que hacer y acabaron no haciendo nada para conservar el poder. Hasta que llego Ricardo Anaya que “se pasó de vivo” y pudo construir un proyecto incluso con otros partidos, para poder aspirar a ser “el mismo” ser el abanderado para competir en la próxima elección 2018, a la Presidencia de la Republica, aun cuando existen varios candidatos y candidatas que podrían haber abanderado dignamente a su partido, coalición o Frente Político, sin duda Anaya tiene grandes aspiraciones que tal vez puedan aplastar a los principios, liderazgos y futuro de su Partido. Y como un Deja Vu en la boleta electoral, veremos nuevamente a Manuel López que esta vez dejo al partido que la apoyo voluntaria e involuntariamente (en la última elección) para forma el propio, para ser líder de este y para ser nuevamente el candidato único para contender por tercera vez, a la máxima investidura de México, con buenos números y con la posibilidad que la alternancia le dé una oportunidad de demostrar lo que en estos más de 11 años nos ha insistido (todos los días) al querer ser el Presidente legítimo de nuestro país. La Historia de los candidatos independientes, no vislumbra eta vez el interés ciudadano, por estar representada por perfiles “contaminados” de la clase política y por la gran atención que acapara la disputa entre el partido en el poder PRI (que intentara conservarlo), un Frente Ciudadano por México o “todos contra el PRI” (PAN; PRD; Movimiento Ciudadano) y la leyenda viva de Manuel López, que esta vez promete ser el triunfador, como “platillo fuerte” en las Elecciones 2018. Así arranca el Proceso Electoral 2018 en México, sin candidatos oficiales pero con la claridad, que estos tres le darán forma a la contienda que es la “madre de todas las batallas”
Jorge Armendáriz Gallardo
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