Vínculo copiado
Manuel Galván
11:16 miércoles 10 enero, 2018
ColaboradoresAmigas y amigos, esta primera columna del año, está dedicada a elegir el mejor
deseo para usted, para todos, este inicio de año. Pero antes de pedir deseos, le invito a poner el contexto de lo ocurrido durante estos primeros días del año, así podrá pedir lo que realmente necesita y no lo que le dice la mercadotecnia insulsa. El tema del momento, es la inflación, como ha sido el tema desde que tengo uso de razón, y que es palabra temida cada inicio de año y por supuesto, en décadas pasadas estaba de temerse el perder el patrimonio y la estabilidad familiar. En este año 2018 que estamos comenzando, no podía ser la excepción, en cuanto al terror a la inflación. Y no es para menos, en diciembre de 2017 se aceleró el indicador a su mayor nivel
en los últimos 17 años, (no se me ponga roñoso, pero debemos de agradecer a las políticas económicas de Fox, Calderón y por supuesto a Mr. Carstens, su buena labor en estos temas), y según el INEGI, este movimiento se genera por el incremento de precios en frutas, verduras, energéticos y tarifas en servicios de gobierno. Recuerde amiga y amigo lector, que el año pasado, algunos empresarios y
personajes de la vida de este Estado y del País, estuvimos promoviendo de manera
responsable, la necesidad de ir llevando el salario mínimo a niveles que puedan realmente generar una vida digna a los trabajadores y sus familias. En ese momento se nos tachó de todo, desde traidores, hasta generadores de inflación; cosa que estamos ciertos, es de que la inflación no se genera por ese tema, pero desafortunadamente, las políticas y respuestas económicas si están generado el incremento a la inflación, perjudicando aún más a la economía mexicana. Recuerdo que el incremento al salario mínimo fue de verdad mínimo, apenitas diría
yo. Ahora vemos cómo el Índice de Precios al Consumidor, se ubicó en diciembre en 6.77% sobrepasando el 6.63% de noviembre y muy por encima de lo que habían previsto los
bancos internacionales privados. Es el dato más alto desde 2001, que en ese entonces llegó a 6.95%. Antes de darle algunos ejemplos de los productos que más han incrementado su
precio en la canasta básica, le comento que existe una inflación subyacente, ¿qué es eso?, déjeme le comento que es la inflación que se calcula eliminando los artículos que tienen mayor volatilidad, es decir sufren mayores fluctuaciones, esa se registra en 4.87%. Pero, ¿cómo impacta eso en nuestro bolsillo?, bueno pues le doy unos ejemplos, el
huevo blanco pasó de 23 a 32 pesos, eso quiere decir que existe un incremento al precio. de 40%: la lechuga tuvo incrementos hasta de un 50%; el jitomate, pasa de 15 a 22 pesos en el mejor de los casos, ya no hablemos de la carne, pero hablemos del frijol, ese que no trae gorgojo, (por si me está leyendo Andrés), pasa de 21 a 26 pesos, en resumen, existen incrementos a precios de productos en la canasta básica entre el 30 y 50%. Esto sí es un peligro para México. Una de las respuestas más comunes, es que el banco central, tienda a subir las tasas
de interés, pudiéndose convertir esto, en una espiral inflacionaria. Pongamos en contexto político y económico la razón de preocupación de la
ciudadanía: Hablando de política, no escuchamos un discurso real y razonado sobre cómo solucionar este tema, por parte de los flamantes pre candidatos, aspirantes o como quiera mentarles, no hay un pronunciamiento claro sobre las propuestas, pero sí escuchamos las discusiones llenas de descalificaciones (verdades muchas de ellas), pero sin verdaderas propuestas, el show de las campañas ante el tema, es preocupante. Por otro lado, los indicadores como el tipo de cambio entre el peso y el dólar, no
están ayudando, sino por el contrario; lo mismo está ocurriendo con esas ríspidas
negociaciones del Tratado de Libre Comercio, que de libre comercio no tiene nada ya; y para cerrar con broche de oro, la liberación del precio de las gasolinas, nos hace ver
nuevamente un incremento en las mismas; como decimos coloquialmente: “no le echen más leña al fuego”. Amigas y amigos, es preocupante, en demasía, que no solamente existan
pronunciamientos sobre la estrategia a seguir, es preocupante saber que, si no son
capaces de dictar un esquema que nos permita salir de este bache, menos medir las
posibles consecuencias de lo que pudiera ocurrir. Lo que le quiero decir, sin ser
catastrófico, es que la ciudadanía está molesta, cansada, y eso puede generar
movimientos que no nos convienen a nadie, a nadie. Si usted ya pidió sus deseos de inicio de año, está a tiempo de pedir un último, y le
sugiero que pida que esta situación no se convierta en una espiral inflacionaria, porque si le había yo comentado que 2018 sería un año retador, entonces se convertiría en un año muy, pero muy difícil, como no lo habíamos visto en 17 años. Sígame o escríbame en:
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