Al ejercitarte, tu cuerpo libera endorfinas que te hacen sentir bien, pues es necesario para mantenerte saludable; sin embargo, cuando se vuelve eje de tu cotidianidad y afecta otras esferas, como la familiar o laboral, es una señal de alerta. Si el motivo es modificar tu cuerpo, pues te molesta percibirlo muy delgado o débil, podrías tener vigorexia, un trastorno que distorsiona la imagen corporal. ¿Qué tan cerca estás de la vigorexia? Quizá lo que asumes como pasión por ejercitarte afecta más tu vida de lo que la beneficia sin que lo percibas. ¡Descúbrelo con este test! Responde honestamente, sólo tú conocerás el resultado. Cerca del 80 por ciento de quienes tienen vigorexia son hombres -de entre 18 y 35 años, en promedio- y se estima que la presenta 1 de cada 10 personas que asisten a un gimnasio. A diferencia de las personas con anorexia o bulimia nervosa, cuya distorsión de su propia imagen corporal origina que se vean con sobrepeso y obesidad, quienes tienen vigorexia, se perciben muy delgados y débiles. Quienes padecen este trastorno buscan ganar volumen y masa muscular. Es común que lo padezcan los propios instructores de gimnasio, quienes suelen verse saludables, pero internamente pueden tener afectación de órganos por lo que consumen para "ganar músculo".

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