En la vida, en los negocios y en la política, existen factores internos y externos que guían, modifican o perturban las decisiones que tomamos, es por ello que se requiere de personas capaces y honestas para llevar a un buen puerto los deseos y necesidades personales y grupales; no solamente rijosos que, con una lengua viperina letal, hacen de las palabras, el inicio del caos, y en ese caos, las mentiras y la mediocridad toman fuerza, creando una espiral negativa, que arrolla a todos por igual. De ahí la importancia de participar en la vida pública de tu entorno.

Para ejemplo basta un botón, o bueno, dos. Tomemos el primer caso externo, y me temo decirle que otra vez regresa el vecino del norte a crear conflictos con la estrategia poco ética de ganar del caos. Mr. Trump lanza ataques a todos y por todo, con la falsa bandera de defender a su país, cuando realmente está defendiendo los propios intereses y por supuesto su ego.

Este señor, y por supuesto sus secuaces, lanzan aranceles a China por 200,000 mdd, destacando un incremento del 10% sobre importaciones a algunos bienes tecnológicos, (menos a marcas estadounidenses con manufactura China). Y cuando China quiere entrar a competir, es decir, tomar medidas conducentes, este señor vuelve a amenazar con imponer más aranceles, ahora por 267,000 mdd. Eso no es negociar, eso es terrorismo mediático, infundiendo inestabilidad en los mercados.

Este ejemplo viene a colación, porque en México tenemos lo nuestro (el segundo botón), pero con el eterno candidato, que no se acuerda que ya tiene el cargo, y que es sólo cuestión de tiempo para ejercer funciones. Hablo del Sr. López, que está demostrando que no tiene la más mínima idea de lo que es gobernar, en ningún sentido. No es lo mismo estar de rijoso toda la vida a ser líder, en lo segundo, se necesita tener una gran responsabilidad, no solo en declaraciones, también en hechos; y también, aunque les duela a muchos, capacidad.

La inconsistencia e incongruencia de Andrés López se va exacerbando con el paso de los días, y eso que no entra en funciones todavía. Les recuerdo algunos de los sucesos que han acontecido en los últimos días:

Primero, da amnistía, pasando por encima de las autoridades, de la justicia, ¿en dónde deja las Instituciones?, sí, esas que dejaron sus grandes ídolos históricos. Segundo, manipula y hace acuerdos en lo obscurito, haciéndose el gracioso para no contestar los cuestionamientos sobre beneficios a personas que han sido corruptas e ineficientes, y que les otorga cargos públicos, cuando sabemos todos de antemano que no serán, ni por mucho, la cuarta transformación, parece más bien un regreso al pasado.

Tercero, defender los intereses de sus amigos empresarios a toda costa, engañando a la gente con consultas públicas a modo, pasando por encima de la ciencia, la tecnología y cualquiera que no le diga que sí a sus caprichos y necedades, sí, le estoy hablando del nuevo aeropuerto. Cuarto, ofrece becas a quien se le ponga enfrente, engañando con espejitos a los jóvenes, y para acabarla de “amolar”, abusando de la ignorancia y mala memoria de algunos, promete crear programas que ya están creados, como apoyos a los jóvenes en empresas privadas, eso ya existe.

Quinto, quiere engañarnos, abusando de la naturaleza humana al menor esfuerzo y por supuesto, generando garantías a la corrupción que existe en algunos maestros y sus sindicatos. Presiona para eliminar la evaluación docente, dejando en la ignorancia y desprotegidos al futuro de México, los niños, así tendrá más control de ellos.

Finalmente, esta semana sale con su “puntada”, ocurrencia, que recibe un país en bancarrota, y él había comentado, días antes, que recibía un país sin crisis financiera. Por más chistosito que se quiera hacer con su “churinchurinfunflais” y rebajando a las reporteras a “corazoncitos”, se gana el afecto de las personas que les gustan burlarse de manera vulgar de los demás, disfrazándolo de “chistecitos”.

La verdad es que no tiene razón y ya lo expresamos muchos mexicanos, empresarios y expertos económicos. Si dice que defiende la educación, debería escuchar a los expertos y no a su conciencia que sólo quiere limpiar su nombre por no poder cumplir lo que prometió, y como todo buen mediocre, le echa la culpa a quien se le ponga enfrente.

Que se acuerde dónde estaba hacer 36 años, cuando sus amigos de verdad llevaron al país a la bancarrota, eso fue con José López Portillo, que se acuerde donde estaba su compinche Porfirio Muñoz Ledo. Mejor que explique cuando andaba de rijoso y viviendo del erario público sin hacer nada.

No se deje engañar, que no le pongan excusas, que no ande alborotando a la opinión pública, que se deje de andar hablando y haciendo sus giras de no sé qué, mejor que deje de seguir en campaña y que apoye a los que sí generamos valor, que dé certeza a los mercados internacionales y que se deje de andar de gracioso. En México necesitamos trabajar en equipo, no otro dictador.

No se deje engañar; estudiar y ser profesional, sí es necesario en la vida, agregar valor. Andar en campaña permanente, aventar mentiras y vaciladas por doquier, no lo es. No siga escuchando el canto de las sirenas, no le de vuelo a la inconsistencia y la ignorancia, porque es una: ¡combinación letal!

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