Vínculo copiado
#ESNOTICIA
#ESNOTICIA
El proceso electoral que estamos viviendo no es la excepción, y por darle unos poquitos ejemplos y datos, que estuve recopilando en diferentes medios de comunicación y de organismos renombrados, nos ilustran sobre como este proceso, también está siendo impactado por la inseguridad.
20:16 miércoles 30 mayo, 2018
ColaboradoresLa inseguridad, es uno de los problemas más graves que se tienen que resolver, por nuestros tres poderes de gobierno y por supuesto, con la participación ciudadana. Pero en este año electoral, parece que estamos haciendo todo al revés. La inseguridad está tocando a todos los sectores de México y se ha convertido en un referente para la toma de decisiones de propios y extraños, dejando a un lado los modelos (o lo que pretendan ser) de desarrollo establecidos, que están siendo más un lastre que una solución.
El proceso electoral que estamos viviendo no es la excepción, y por darle unos poquitos ejemplos y datos, que estuve recopilando en diferentes medios de comunicación y de organismos renombrados, nos ilustran sobre como este proceso, también está siendo impactado por la inseguridad.
Por ejemplo, en el Estado de Guerrero, grupos delincuenciales de cuatro distritos electorales, asaltaron y amenazaron a capacitadores electorales, es decir, el crimen organizado, empieza a valerse de nuestra condición vulnerable para influir de alguna manera en las elecciones, esto es grave, salvo que nuestros candidatos se saquen otra “ocurrencia” para poder responder a este tipo de crímenes que se están presentando.
Le doy datos que recopiló un periódico de circulación nacional el 25 de mayo de este año, en donde menciona que los casos presentados, que han sido reportados, han sido tipificados de la siguiente manera: 98 ejecutados, 13 secuestros, 85 amenazas, 34 agresiones físicas, 18 agresiones con arma de fuego, 34 atentados contra familiares de los candidatos o miembros de partidos políticos, 10 asaltos con violencia, en fin, todo esto en un periodo muy corto de campañas. Estas agresiones se han presentado en 30 de los 32 Estados de la República.
Por otro lado, según otro medio de comunicación, al menos 1,000 candidatos en todo el país han declinado o renunciado a sus aspiraciones como contendientes en las elecciones 2018, por temor a la violencia que se ha desatado. La cifra suena “altísima”, pero si es cierto, entonces sería “gravísimo”.
Las consecuencias de estos hechos, no son simplemente una nota periodística, va desde un verdadero infundio de terror para evitar que los ciudadanos voten, es decir, podría llegar a afectar la asistencia a votar. También puede generar la duda de legitimidad de la elección, es decir, ¿se consideraría que un presidente electo, realmente representa a los mexicanos, si solamente una minoría vota por él?
En un escenario poco favorable, el que se continúe en este estado de inseguridad electoral, puede propiciar mayor inseguridad, permeándose en la sociedad, que de por sí ya es un tema social a mejorar. No queremos que se llegue a crear un caos generalizado por este tema.
Hemos tratado, el tema de la seguridad, como un factor importante para la decisión de inversión extranjera o nacional por parte de los empresarios, es una cuestión de riesgo, y se calcula para poder hacer inversiones interesantes y a largo plazo; si no le damos certidumbre a la seguridad de las personas y de los candidatos esto puede generar que los inversores extranjeros no nos vean como un destino viable, pudiera llegar a suceder que las inversiones nacionales se vayan a otros países con mayor certidumbre.
Finalmente, como lo hemos mencionado en otros espacios, a nadie le conviene un país polarizado, genera pobreza y atraso, piénselo bien.
Los empresarios, a través de muchas voces, estamos pidiendo, exigiendo, que se implementen medidas y reformas inmediatas para solucionar esta problemática. Ya lo dijo Kofi Annan, ex secretario general de las Naciones Unidas, “la inseguridad en México rebasa a la autoridad electoral, es una amenaza a las instituciones democráticas”, aunque el INE diga que no, por lo menos para un servidor, el diagnóstico de una personalidad como esta, me hace pensar en si debemos solucionar el problema o ¿nos tapamos los ojos?
Sígame o escríbame en: Twitter @Manuel_Galvan E-mail: [email protected]