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REDACCIÓN
23:47 domingo 25 marzo, 2018
DESDE LA REDACCIÓN SLPRobin Hood era un forajido que vivió con sus amigos en el bosque después de haber sido acusado por las autoridades. Apoyó a los pobres y reprimidos robándole a los ricos. Robin Hood era un gran arquero y espadachín - de acuerdo a la leyenda-, nadie antes ni después ha sido tan hábil como él con el arco y la flecha. Aunque la realidad demuestra que no hubo uno sino varios Robin Hood, que robaban a los ricos para alimentar a los pobres. La historia de este personaje siempre ha provocado la aclamación popular, porque ayudaba a los que menos tienen, pero un análisis concienzudo de su modo de actuar revela que sus acciones no eran éticas, ni mucho menos ayudaban a mejorar el sistema de distribución de la riqueza. El problema es que en San Luis ni siquiera tenemos Robin Hoods. Tenemos Robin Hoods, pero al revés. Roban a los pobres, para beneficiar a los ricos. Y esta no es un historia del pasado, es una historia del siglo XXI, cuando se supone deberíamos tener claro que el objetivo de toda sociedad democrática es el beneficio de las mayorías, porque al final, arrebatarle las oportunidades de desarrollo a los pobres termina afectándonos a todos. En San Luis tenemos diputados que se rasgan las vestiduras con tal de que no se les quite su derecho a la labor de gestoría, pero cuando se les cuestiona porque no supervisaron que las obras de Ciudad del Maíz se hicieran adecuadamente, entonces se indignan y dicen que eso no les toca. ¿Pues no que quieren ser gestores? No, los señores diputados no quieren ser gestores, no quieren ser legisladores que elaboran leyes, quieren robaron al estilo Robin Hood, pero no para beneficiar a los pobres, sino para beneficiarse a ellos y su pandilla. Los casi 15 millones de pesos para obras en Ciudad del Maíz, de los que nada se sabe, son una afrenta a los potosinos que no debe quedar impune. Ahora han surgido voces que señalan como extraño que solo se apunte a diputados panistas. No se equivoquen, el "MochesGate" salpica a todos los partidos. Y aunque fueran puros panistas, un robo es un robo, un fraude es un fraude, un desvío de recursos es un desvío de recursos. Eso es lo que nos debería indignar, no nimiedades como el partido al que pertenecen. Una prueba más al caso de los Robin Hood absurdos que tenemos es que en la última semana las máquinas regresaron a los caminos inconclusos de Ciudad del Maíz, para tratar de tapar el pozo ahogado el niño. Y no se trata de maquinaria de empresas, sino de la alcaldía que ya no sabe qué hacer para tapar lo que no hizo. GlobalMedia está esperando desde hace 4 días la información sobre las obras, que prometió el director de Desarrollo Social de ese municipio, y es casi un hecho que así nos vamos a quedar. O quizá nos envíen fotos de las obras de último minuto. Pero sépanlo, ya estamos enterados. Lo grave es que la alcaldía está descargando su ira contra los habitantes de Ciudad del Maíz que valientemente denunciaron. La semana pasada una mujer trató de grabar a los que acudieron con maquinaria y le taparon el paso con el tractor y la agredieron. Lamentablemente los integrantes de la Fiscalía solo guardan silencio, a pesar de que están obligados por ley a perseguir de oficio estos casos y más con la evidencia existente. Si no hacen nada, no son mejores que los diputados y funcionarios municipales que se quedan con dinero público sin siquiera ruborizarse.