Uno de los temas abordados durante las candidaturas y sobre todo durante el segundo debate presidencial, es la gasolina. Nuestro país es actualmente uno de los principales mercados de refinerías de Estados Unidos. México produce petróleo, pero es necesario un proceso de refinación y de importación. Luego de procesarlo, es necesario importar gasolinas a nuestro país. Durante los últimos meses la necesidad de importación aumentó significativamente, pues cerca del 75% de las gasolinas para abastecer el consumo del país, es importada. Esto inevitablemente tiene un costo muy elevado: 23,813.606 millones de dólares, de acuerdo con datos de la Secretaría de Energía. Un decremento en la producción de petróleo ha hecho, según analistas, que los precios se hayan encarecido, toda vez que no existe un subsidio como antes. La propuesta, lanzada por la candidatura de Andrés Manuel Obrador y que ha tenido bastante eco en el Segundo Debate, busca promover la producción petrolera mediante seis refinerías para prescindir de la importación del combustible. De acuerdo con Rocío Nahle García, principal asesora energética de López Obrador, se buscará congelar las licitaciones a empresas extranjeras y “consumir nosotros nuestros propios combustibles sin depender de la gasolina del exterior”. Sin embargo, algunos analistas y empresarios, consideran contraproducentes las medidas que limiten la inversión extranjera y ello implicaría un detrimento en el modelo económico. Por otro lado, se insiste en que la propuesta de López Obrador no se opone a la inversión extranjera, pero sí busca cambios drásticos en la estratégica. Los escenarios que se plantean son, por un lado, la mejora de la producción de crudo en un porcentaje significativo, pero por otro, no necesariamente un menor precio, de acuerdo con algunos expertos. ¿Y qué pasaría si se refinara todo el petróleo que se produce en el país? Los costos de inversión y refinación de petróleos en el país, son muy elevados. Lamentablemente, el nivel de demanda del combustible ha excedido la capacidad de producción y aun cuando se refinara todo el petróleo no sería suficiente. ¿La solución? Disminuir la demanda, bajar los consumos de gasolina y promover nuevas formas de transporte y combustibles alternativos. Nuevas formas de energía y movilidad que puedan garantizar no sólo la disminución en los consumos sino una mejor calidad de vida. Prescindir del petróleo como el principal energético y potencial económico es un tema urgente. Pero, ¿sería posible? --

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