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El pasado domingo, un día después de la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador como Presidente de México, empezó a difundirse una noticia relacionada con el NAIM (Nuevo Aeropuerto Internacional de México) cuya construcción fue “suspendida” después de una consulta a la ciudadanía en la que se tomó la decisión de no continuar con la construcción del aeropuerto en Texcoco y sí hacerlo en Santa Lucía.
22:40 miércoles 5 diciembre, 2018
ColaboradoresEl pasado domingo, un día después de la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador como Presidente de México, empezó a difundirse una noticia relacionada con el NAIM (Nuevo Aeropuerto Internacional de México) cuya construcción fue “suspendida” después de una consulta a la ciudadanía en la que se tomó la decisión de no continuar con la construcción del aeropuerto en Texcoco y sí hacerlo en Santa Lucía. Todo esto ocasionó una serie de reacciones en las que se especuló que la construcción del aeropuerto (NAIM) seguiría adelante. El lunes a primera hora, cuando el presidente dio su primera conferencia de prensa, nos comunicó que se recomprarían los bonos. Pero, ¿qué es una recompra de bonos? Es una operación que realiza una empresa o gobierno para volver a comprar los papeles de deuda que emitió y que fueron adquiridos por inversionistas. Esta acción es legalmente permitida y sirve fundamentalmente para generar confianza entre los inversionistas que tienen esos bonos en sus manos. Cuando una empresa o gobierno comienza a tener problemas de credibilidad de que puede pagar la deuda que contrajo, en este caso, por la cancelación de proyectos, el precio de sus bonos comienza a bajar, ya no son atractivos y los inversionistas comienzan a venderlos en el mercado secundario. En este sentido, para recuperar esa confianza de los inversionistas, el gobierno decide emitir una oferta de recompra de esos bonos, pero a un precio mayor al que cotiza actualmente. Un bono no es una acción, los bonos del fideicomiso Mexcat, que fueron emitidos para financiar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM)debe pagarse, suceda lo que suceda. México hizo dos emisiones de bonos a 10 y 30 años, fue en Nueva York y bajo las leyes de los Estados Unidos. Los inversionistas pagaron aproximadamente 1 dólar por cada bono, con un rendimiento anual del 5%, cuando AMLO anuncia la cancelación del aeropuerto, el bono se deprecia a 76 centavos inmediatamente después del anuncio. Las leyes de EUA los protege, amenazan con demandar al Gobierno y este debe pagar, entonces, como resultado de estos temores, surge la recompra de bonos y lo haría a 90 centavos. El objetivo es disminuir la tensión e incrementar la confianza, pueden suceder dos cosas, habrá inversionistas que acepten y asuman la pérdida y jamás poner un pie en México, habrá otros que prefieran esperar y ganar más, cuando el gobierno decida pagar más. Lo más complicado será la pérdida de confianza en México, se dice o anuncia algo y hoy al pensar bien las cosas, se dice otra o se retoma mejor pensado. El problema no es si se construye o no el aeropuerto, el gran problema es la pérdida de confianza de los agentes económicos, y recuperar la confianza, eso sí es algo mucho más complicado.