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La falta de sensibilidad al dolor ajeno, nos encontramos en una sociedad donde las cosas urgen cada vez más y los valores están cada vez menos presentes.
23:52 martes 4 septiembre, 2018
Colaboradores“Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo.
Puedes engañar a algunos todo el tiempo.
Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”
Abraham Lincoln (1808-1865) En días pasados causo conmoción a los internautas mexicanos y después a todo el país, las imágenes que se trasmitieron en vivo y después de manera compartida, desde Acatlán de Osorio, unos de los 217 municipios del Estado de Puebla, población con no más de 20 mil habitantes. Una turba de pobladores enardecidos, habrían identificado a un par de hombres como “Roba chicos” frente a una escuela de este poblado. Estos 2 “presuntos” secuestradores fueron llevados por la autoridad a la comandancia municipal, para ser encarcelados y de ahí “sacados” por la turba cada vez más molesta, que llego a golpearlos hasta rociarles fuego y quemarlos vivos, ante los aplausos de aprobación de la mayoría que también grababa esta abominable acción en vivo a las redes sociales. Dantesca escena que se replicó por millones que nos escandalizamos, por la naturaleza de este acto aberrante, más aún al enterarnos que estos dos individuos no eran culpables de lo que se les acusaba, simplemente habían hecho una escala, para realizar unas compras en un comercio cercano a la escuela en cuestión, donde inicio su peor y ultima pesadilla. El asombro y escándalo que nos causo es inversamente proporcional, a la falta de sensibilidad de quienes lo realizaron, cegados por información falsa que se detono ante el encono de la inseguridad colmada de nuestro país, En verdad todos somos un poco víctimas y victimarios de circunstancias, que a veces coinciden como esta vez para causar una fatal tragedia masiva. La violencia que se encuentra en los mismos juegos que nuestros niños utilizan como recreación, la violencia que vemos en los medios de comunicación, la violencia que se encuentra también incubada en los hogares de nuestro país cada vez más. La falta de sensibilidad al dolor ajeno, nos encontramos en una sociedad donde las cosas urgen cada vez más y los valores están cada vez menos presentes. El encono social de la inseguridad y la falta de resultados en la justicia que se vuele escasa, nos arrincona a defendernos y buscar defender a los nuestros como recurso de subsistencia. Además de la información falsa que recibimos todos los días, esa que nos hace pensar que algo en totalmente bueno o totalmente malo, sin ser de esta manera, quienes se encargan de manipular con engaños la información que recibimos, ya sea política, social o comercial, para atraer votos, ventas o para afecta a terceros. Esa mañana coincidieron lamentablemente estas tres circunstancias, que hicieron de estas dos personas fueran las victimas de otras, más que se convirtieron en los victimarios ocasionales, de este permanente escenario de reclamo donde todos somos víctimas al final. Jorge Armendáriz Gallardo