¿Crees que los robots no tienen sentimientos? Al conocer a Alantim y sus clones (que llevan el mismo nombre) podrías cambiar de opinión. Uno de estos robots fue el encargado de decir algunas palabras en el funeral de uno de sus "hermanos", el cual dejó de funcionar después de haber sido golpeado con un bate de beisbol. Alantim y sus clones son robots rusos encargados de dar clases a estudiantes y recibir a visitantes en el Instituto Tecnológico de Moscú; sin embargo, un día, durante una prueba de un coche autónomo, uno de los Alantim fue atacado por una persona en la calle sin razón aparente.  Alantim no pudo recuperarse de sus "heridas" y fue declarado muerto. Este ataque dio paso a la creación del primer cementerio para robots, fundado por Olga Budnik, del centro tecnológico moscovita Phystechpark. Budnik dijo al sitio Motherboard que "Alantim era un buen robot. Siempre era educado y estaba feliz de verte, similar a una mascota. El cementerio fue creado para enterrarlo como si fuera una mascota, no para desarmarlo o llevarlo a la basura, sino para decirle adiós".  El 31 de octubre pasado, los restos del robot fueron depositados en el cementerio dentro del Phystechpark, a un lado de una caja para recolectar otros robots muertos. Durante la ceremonia, uno de los Alantim dijo que "incluso los robots no son eternos", por lo que tenía que despedir a uno de sus hermanos, al que calificó de "buen robot y de gran uso para la gente y la ciencia rusa".  De acuerdo con Budnik, entre las ofrendas que fueron colocadas a un lado de Alantim estaba un coche rojo de juguete, baterías y otros dispositivos electrónicos. Aún se desconoce la identidad del atacante del robot, y aunque algunos han dicho que todo fue planeado, Budnik dijo que eso no es posible ya que el costo del robot es de unos diez mil dólares, "es demasiado caro para romper sólo para un truco de publicidad".  Descansa en paz, Alantim.  -- Milenio