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San Luis Potosí fue de los primeros estados en legislar sobre la obligatoriedad de la #3de3, como mecanismo ciudadano y legal para combatir la corrupción. El proyecto de que todos los funcionarios públicos presentaran su declaración fiscal, patrimonial y de intereses no caía nada bien a muchos funcionarios, pero en una maniobra política de último minuto, terminó por incluirse en la nueva Ley de Transparencia.
23:49 jueves 28 septiembre, 2017
ColaboradoresSan Luis Potosí fue de los primeros estados en legislar sobre la obligatoriedad de la #3de3, como mecanismo ciudadano y legal para combatir la corrupción. El proyecto de que todos los funcionarios públicos presentaran su declaración fiscal, patrimonial y de intereses no caía nada bien a muchos funcionarios, pero en una maniobra política de último minuto, terminó por incluirse en la nueva Ley de Transparencia. Pero de esto ha transcurrido más de un año (se aprobó en mayo de 2016) y ni siquiera todos los diputados locales, que fueron los que aprobaron esta legislación, han presentado su #3de3. Cada que se les recuerda esta obligación dicen que ya casi la tienen lista, que ellos no tienen ningún inconveniente en presentarla, pero “del dicho al hecho hay mucho trecho”. La realidad es que la ley quedó sin dientes, es decir, no se establece ninguna sanción para quien no presente su #3de3 y esto ha provocado que los funcionarios hagan “como que la Virgen les habla”. El tema está tan en pañales, que ni siquiera existen formatos uniformes para presentar la #3de3. La Contraloría del estado habilitó una página de Internet, con formatos similares a los utilizados por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), para que los funcionarios que así lo desearan hicieran públicos estos documentos, porque la ley tampoco es clara en esto. Se debe presentar de forma obligatoria, pero nada dice si la información debe ser pública. El gobernador Juan Manuel Carreras en su segundo informe de gobierno, que presentó este miércoles, volvió a poner el tema en la agenda pública, al señalar que él ya presentó su #3de3 y que junto con él lo hicieron 3,200 servidores públicos estatales. Lo que no informó es si las declaraciones de estos 3 mil funcionarios son públicas o si se quedaron en lo oscurito. Pero lo cierto es que en el resto de poderes y en los Ayuntamientos, el número de quienes han hecho presentado y hecho pública su #3de3 es muy bajo. De lo contrario el gobernador no habría dicho lo siguiente en su segundo informe: “reitero mi invitación a los funcionarios públicos de los demás poderes y demás instancias municipales que todavía no ponen en práctica esta circunstancia a que lo hagan”. En pocas palabras, les llamó la atención públicamente, pero sin hacer demasiado ruido. Y parece que les caló, porque cuando hizo la petición no se escuchó un solo aplauso entre la audiencia, más bien un silencio sepulcral. Carreras presumió que el número de declaraciones #3de3 presentadas en San Luis es inédito a nivel nacional, pero lo inédito sería que todos los funcionarios en el estado la presentaran y la hicieran pública. Al final de cuentas el refrán dice que el que nada debe, nada teme, pero parece que en San Luis nuestros funcionarios sí tienen miedo. ¿A qué le tendrán miedo?