La visita del dirigente nacional de Morena Mario Delgado a San Luis Potosí este fin de semana, después de hace 3 que estuvo también, debe ser un respiro de esperanza tanto para la dirigencia local, los candidatos y los morenistas: su compromiso. Si esa constancia de su parte es sincera, habla entonces de una focalización importantísima del centro y el Palacio para la campaña y triunfo de la doctora. Así se leía en los tiempos del viejo régimen, no podría ser distinto. Mario Delgado tiene una gran tarea con los “lopez-obradoristas”, con los morensitas y sus candidatos: Recuperar al 100% la confianza que deben ver en él, pues sus reuniones y juntas con el candidato del Verde, Ricardo Gallardo, e inclusive su intención de abanderarlo a la gubernatura en alianza Morena-PVEM, prendió los focos y fueros rechazados. No lo olvidan. Si visitó San Luis tanto para aquello como para demostrar el total respaldo nacional que bueno, si no, entonces los focos seguirán prendidos.

Focos que esta tratando de apagar uno de los operadores políticos pilares de la “cuarta transformación” en San Luis, el experimentado Alejandro Rojas Diaz Duran, quien se ha sabido ganar la confianza de la candidata Rangel, mas no de su circulo cercano ajeno a San Luis.

A Rojas se le ha visto en el tejido fino de su tarea. Si Rangel quisiera fortalecer su campaña, son algunos de su equipo quienes no dejan que el Jefe de Asesores de Morena en el Senado se acerque.

Allá ellos. Mónica y Xavier -los dos principales de su baraja- están haciendo su trabajo en campaña y en privado. Lo publico es el mensaje a las masas y el convencimiento. Lo privado es el convencimiento a los sectores y grupos económicos, tomadores de decisiones, sociedad civil. La visita de Mario Delgado prende las alarmas. Y para todos, tanto para los de la 4T potosina, como para los adversarios.

Buen mensaje. Hasta mañana…