Aproximadamente un 25% de los policías vallartenses tuvieron que ser desarmados debido a que no se les renovó la licencia estatal de portación de armas al no haber aprobado varios de ellos los exámenes respectivos. Lo anterior fue confirmado por personal de la propia corporación, al indicar que poco a poco la situación se ha ido regularizando ya que al momento varios de los elementos pudieron ya subsanar la situación. En ese sentido, la fuente señaló que fue el pasado fin de semana cuando se presentó la principal crisis en la dependencia por la falta de armas de una buena cantidad de sus elementos. Se informó además que para remediar la situación se buscó que en todas las patrullas hubiera personal armado mezclado con aquel que no tenía la licencia respectiva. Esto se logró haciendo intercambio de elementos entre los vehículos para que en cada uno al menos fueran 2 policías armados y 2 sin armas mientras se termina de solucionar el problema. Añadió que poco a poco los elementos han ido regularizando su situación; no obstante, en este momento aproximadamente un 20% de los elementos continúan desarmados.