Vínculo copiado
El Senado aprobó en lo general y en lo particular, por 68 votos a favor y 58 en contra, la modificación de varios artículos de la Ley de la Industria Eléctrica, una cadena de incoherencias que leídas en otro tiempo representarán un cuento lleno de terror, payasada y descaro
00:14 viernes 5 marzo, 2021
ColaboradoresLa reforma energética de Enrique Peña Nieto no tiene cabida en el panorama actual, algo que se podía rescatar del sexenio anterior era esta postura, pero el enfoque político hacia cualquier proyecto obliga a borrar cualquier legado bajo el lema de la mal llamada 4T. El Senado aprobó en lo general y en lo particular, por 68 votos a favor y 58 en contra, la modificación de varios artículos de la Ley de la Industria Eléctrica, una cadena de incoherencias que leídas en otro tiempo representarán un cuento lleno de terror, payasada y descaro… Las modificaciones aprobadas para la Reforma Energética, priorizan a la CFE sobre las plantas renovables del sector privado, el Gobierno regresará a la fórmula del monopolio en un mercado lleno de oportunidades.
Despídase de plantas renovables, la energía eólica o fotovoltaica, energías limpias no tienen cabida para un Gobierno retrógrada, el refuerzo a la CFE cierra cualquier esperanza de caminar hacia la lógica de producción y consumo sustentable. Los discursos empapados de nacionalismo y las acusaciones de corrupción para todos los Gobiernos anteriores, son estrategias que, dicho sea de paso, tienen un perfecto y planeado impacto popular; carentes de propuestas y empecinados en fórmulas caducas, ponen en evidencia su falta formativa al no entender las bases del mercado: OFERTA y DEMADA. Con esta oferta limitada, las promesas en la reducción de costos quedarán en saco roto, el freno a la inversión privada en energías renovables encarecerá la generación energética y, al tiempo, deberán salir otras excusas para justificar el error.
La liberalización del sector energético estableció el principio del despacho económico, una base en la que las centrales más baratas, plantas renovables en manos de privados, eran las primeras en subir la electricidad a la red. Este esquema es una réplica de las tendencias y gestión energética mundial, acabar con ese inicio de orden de preferencia, regresar al petroleo y a la gestión monopólica nos dejará en evidencia ante los diferentes tratados internacionales a los que estamos “sujetos”, un tema que como usted valorará importa muy poco a la hora de internacionalizar un Gobierno desprestigiado.
El punto de mayor polémica gira sobre la eliminación en la obligatoriedad de celebrar subastas, mecanismo por el que la CFE contrataba energía a bajo precio y que sirvió de palanca para el desarrollo del sector renovable en el país. Revisar contratos ya firmados, su cancelación y salida del sector, vuelve a afectar de manera grave la confianza para la inversión en un país en el que las reglas cambian, la rentabilidad y legalidad parecen no ser parte del juego.
Así las cosas, cuando pensábamos que no podía ir peor, nos apagaron todas las luces…
Javier Rueda