La confusión legal sobre la obligación de retener el IVA cuando se contrata un servicio ha llevado a su incorrecta aplicación, lo que podría tener efectos contables perjudiciales para el retenedor, advirtieron fiscalistas. La miscelánea fiscal para 2020 obliga a los empresarios que reciben un servicio a retener un 6 por ciento del IVA que se paga al proveedor, de 16 por ciento pagado normalmente, si el servicio consiste en poner personal a disposición del cliente. Los empresarios dudan sobre si deben de retener al contratar servicios varios como contabilidad, abogacía, certificaciones, servicios financieros al igual que en servicios de limpieza o seguridad, refieren los expertos. La regla fue concebida para fiscalizar a las empresas de outsourcing, pero debido a la ambigüedad de su redacción, hay personas que están reteniendo por todo tipo de servicios, generando conflictos entre los contribuyentes, afirmó Jaime Rojas, director de Asesoría Fiscal Skatt. Aunque el SAT emitió una aclaración a finales de febrero sobre como debe interpretar esta ley, no quedó completamente claro para los contribuyentes, por eso se está reteniendo de más, dijo. No obstante, la incorrecta aplicación puede significar que no se permita la acreditación del pago del IVA, advirtió Juan Manuel Franco Gallardo, integrante de la comisión técnica fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México. Joan Borbolla, director general de B&B Consulting, recomendó asesorarse con un profesional caso por caso, pero precisó que en toda prestación de servicios, que no incluya que el cliente obtenga el uso último de una persona física, no debe de haber retención. --

Con información de Reforma

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