La semana pasada salieron a la luz los resultados económicos para el primer trimestre de este ya avanzado año 2021 y aunque presentan números un poquito mejores lo cierto es que no acaban por dar buenos resultados, la estimación que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) realizó a finales de este primer trimestre reflejaba que el PIB se incrementaría en forma real en aproximadamente un 5.3%, mejorando la estimación realizada a principios de este año de un 4.6%, de hecho autoridades financieras internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), respaldaron -aunque no en la misma proporción- el hecho de que se va a dar un crecimiento económico en lo que resta del año. Sin embargo, los resultados de este primer trimestre no parecen tener el mismo optimismo, ya que el crecimiento fue de solo 0.4%, el cual es menor al que se tuvo en el trimestre inmediato anterior (T IV 2021) con 3.3%, lamentablemente comparado con el mismo periodo del año 2020, la disminución fue de 2.9%, aunque lo rescatable es que se trata del tercer aumento que tenemos de forma consecutiva, y al respecto del PIB le comento tres cosas importantes. Primero, existe una diferencia importante en crecimiento y desarrollo económico, mientras el primero se trata de la producción a nivel nacional, el segundo implica de forma general la existencia de una mejora en la calidad de vida de las personas, traducida en atención a la salud, servicios públicos de calidad, disminución de la pobreza y algunos otros factores iguales o mas o menos importantes, pero la condicionante es que no puede existir el desarrollo económico sin crecimiento económico. Segundo, seguimos condicionados a un ritmo de vacunación ágil, sabemos o intuimos que en la medida que la población se encuentre vacunada, la vuelta a la nueva normalidad puede llegar a ser, y por experiencia con lo que otros países han hecho al respecto como Israel o Reino Unido, parecería que el esquema de vacunación puede ser la gran solución, con lo cual, las actividades volverían a la normalidad y entonces si pensar en el crecimiento y por supuesto en el desarrollo. Tercero, el problema que tenemos, ahora no es solo de crecimiento, pues las presiones a la tasa de inflación están a la orden del día, vimos como la gasolina, la tortilla y algunos otros bienes de consumo, han sido afectados por su precio, por lo que ahora tenemos abiertos dos frentes de batalla. En fin, el crecimiento económico es cosa seria, es tan malo lanzar campanas al vuelo por un crecimiento mínimo, como también lo es el minimizar el esfuerzo de muchos mexicanos, es una batalla que tenemos todos, lamentablemente también es tiempo de guerra electoral.