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La diferencia entre el lugar en el que estamos ahora y en el que vamos a estar dentro de algunos años es función de las decisiones que hemos tomado, estamos tomado y tomaremos en el futuro y de las acciones realizadas para alcanzar las metas planteadas en ellas. En la toma de decisiones, debemos aprender a decir que sí, pero es más importante aprender a decir no y a actuar en consecuencia
22:04 domingo 20 mayo, 2018
PERFIL EDUCATIVOUno de las competencias fundamentales que deberíamos aprender y desarrollar los seres humanos consiste en tomar decisiones y plantear estrategias para alcanzar las metas establecidas; con visión, compromiso, disciplina y diligencia. Porque “Somos el producto de nuestras decisiones y acciones, no de nuestras condiciones.” La diferencia entre el lugar en el que estamos ahora y en el que vamos a estar dentro de algunos años es función de las decisiones que hemos tomado, estamos tomado y tomaremos en el futuro y de las acciones realizadas para alcanzar las metas planteadas en ellas. En la toma de decisiones, debemos aprender a decir que sí, pero es más importante aprender a decir no y a actuar en consecuencia. Pregúntese si le gustaría decirle sí a la vida, a su salud, al equilibrio y salud física mental y espiritual, al éxito, a la felicidad, a la familia, a la riqueza, etc. Al decir sí, usted está tomando una decisión, que puede ser relativamente sencilla; pero elegir es renunciar. Para decir sí a algunas metas, significa que tiene que decir no a muchas otras cosas; como decir no a la televisión en exceso, a los videojuegos, al alejamiento con su esposa(o) o hijos, a perder tiempo en internet, al exceso de trabajo, a la comida chatarra, al despilfarro, a la pereza y la inacción, etc., que le desviarían de sus elecciones iniciales y le descarrilarían en el “juego de la vida”. ¿Desearía en muchas ocasiones ponerse de pie y decir no, pero termina diciendo que sí? Muchos de nosotros nos sentimos abrumados por realizar infinidad de tareas, aún a costa de que no nos quede tiempo para nosotros mismos. Sin embargo, aun así, seguimos diciéndoles que sí. Aprender a decir NO genera gran respeto en usted mismo y por parte de quienes le rodean. Así que ¿por qué tenemos el hábito de decir que sí? Podría ser que creemos que decir que no significa indiferencia, incluso egoísmo y es posible que tengamos miedo a quedar mal con otras personas. Además de esto puede existir miedo a desagradar, a ser criticado o a arriesgar una amistad. Curiosamente, la capacidad de decir que no está ligada a la confianza en uno mismo –autoestima-. Las personas con baja autoestima a menudo se sienten nerviosas y temen enemistarse con otras, atendiendo sus necesidades, a las que les dan mayor importancia que a las propias. Ser incapaz de decir que no puede ser agotador, estresante e irritante. Podría socavar cualquier esfuerzo para mejorar su calidad de vida al pasar mucho tiempo preocupándose sobre cómo salir de un compromiso contraído que realmente no queríamos tener. No espere hasta que su energía se agote antes de tomar el paso necesario para decir NO. *Profesor, investigador, conferencista y coach. Tecnológico de Monterrey, [email protected]