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Aprender es un proceso activo, fundamentalmente de carácter emocional y no racional. Aprendemos actuando, aplicando los conocimientos y adquiriendo nuevos conocimientos con la práctica
00:03 lunes 24 diciembre, 2018
PERFIL EDUCATIVOGracias a los equipos de neuroimagen se puede observar la actividad cerebral mientras se realizan tareas. Esa información sirve a los profesores y pedagogos para decidir qué métodos de E-A son los más eficaces. La actividad cerebral del estudiante cuando atiende una clase magistral es la misma que cuando ve televisión, prácticamente nula. Los científicos han comprobado así que el modelo pedagógico basado en un alumno como receptor pasivo no funciona. Aprender es un proceso activo, fundamentalmente de carácter emocional y no racional. Aprendemos actuando, aplicando los conocimientos y adquiriendo nuevos conocimientos con la práctica; así desarrollamos también nuestras habilidades y adquirimos la motivación para aplicarlas, ya que solamente el conocimiento que se utiliza queda grabado en el espíritu. Stephen R. Covey solía decir: "Saber y no hacer, no es realmente saber". La gente tiene más fe en las ideas, conceptos, relaciones, procesos, etc., que descubre por ella misma que en aquellas que se les sirve en bandeja de plata. ¿No es entonces un error tratar de forzar a los alumnos a que acepten todo lo que les decimos? ¿No será más sagaz plantear sugerencias, situaciones, retos, etc., y orientar, apoyar, retar de forma amable, etc., para que lleguen ellos mismos a la solución? A menudo los estudiantes que se encuentran en las escuelas y universidades no aprenden, memorizan sin comprender, por lo que muestran desanimadas y apáticas. No están interesadas en participar en las actividades de los cursos o en profundizar en los conceptos abordados, solamente se encuentran buscando una calificación.
Aprender es comprender y hacer, se comprende cuando se puede transferir lo aprendido a otras situaciones. Los estudiantes son competentes en la medida en la que aplican los aprendizajes que han adquirido previamente, cuando se enfrentan a nuevas situaciones en las que estos aprendizajes pueden resultar relevantes para resolverlas. Recientemente han aparecido diferentes corrientes que quieren transformar el modelo educativo y una de ellas es la Neurodidáctica. No es una metodología, sino un conjunto de conocimientos que está aportando la investigación científica en el campo de la neurociencia y su relación con los procesos de aprendizaje. Antes sólo se podía observar el comportamiento de los alumnos, pero ahora gracias a los equipos de neuroimagen puede observarse la actividad cerebral mientras realizan tareas. Esa información es sumamente valiosa en el momento de decidir qué métodos son los más efectivos. La enseñanza por imposición detona una actividad cerebral y un aprendizaje muy limitados, la información tiende a olvidarse en el corto plazo, al no contarse con un auténtico interés en aplicarla, tiende a ignorarse. Además, el estrés de los exámenes lleva a los estudiantes a pensar que esos no son los momentos para las grandes ideas. *Profesor, coach ejecutivo y periodista. Tecnológico de Monterrey, [email protected]