Los Astros de Houston derrotaron este domingo 13-12 a los Dodgers de Los Angeles en el Minute Maid Park.

Con este resultado, los texanos se fueron al frente 3-2 en la Serie Mundial y están a un triunfo de conquistar su primer anillo.

El partido fue un auténtico huracán de emociones con múltiples vuelacercas, igualadas y remontadas. Todo comenzó en el primer inning con un sencillo remolcador de dos carreras por parte de Forsythe.

Barnes incrementó la ventaja con un nuevo imparable en el cuarto inning para poner 4-0 arriba a los visitantes.

Fue en este mismo capítulo cuando llegó la primera reacción de los Astros, con un cuadrangular de Gurriel que empató el partido y forzó la salida del as angelino, Clayton Kershaw, decisión clave en el cotejo, pues el bullpen no le respondió como esperaba a Roberts.

Y entonces inició la batalla de home runs. En el quinto episodio Bellinger silenció a todo el inmueble con un palo de vuelta entera de tres carreras. 

La reacción fue inmediata cuando José Altuve hizo exactamente lo mismo en la parte baja.

La pizarra se mantuvo empatada, pero en el séptimo rollo Springer falló a la defensiva y calculó mal un batazo de Bellinger que Hernández aprovechó para llegar a la registradora.

El jardinero central se quedó con la 'espina clavada' y respondió de inmediato con un nuevo batazo de cuatro esquinas para igualar el marcador. 

Este batazo inspiró a sus compañeros latinos y el resto fue historia. Un doblete de Altuve y un cuadrangular de Carlos Correa desataron la locura en todo Houston y pusieron tres carreras de ventaja para los locales.

Pero cada capítulo parecía un nuevo torbellino de batazos. Los Dodgers respondieron en el octavo inning con un palo remolcador de Seager que impulsó la llegada de Pederson a home. Devenski llegó para salvar a su equipo y dejar a hombres en bases.

¿La respuesta en la octava de Houston? Cuadrangular solitario de McCann, que había estado tranquilo a la ofensiva y volvió a dejar en tres carreras la esperanza de vida para los californianos.

Otro que había estado callado era Yasiel Puig, pero el cubano llenó de tensión al recinto con el enésimo vuelacercas del duelo y puso a su equipo a una del empate.

Después de todo lo visto, casi podíamos asegurar que el partido se iba a empatar, y así fue. Doble de Barnes y doble de Taylor con dos outs y la pizarra mostró un increíble 12-12 para hacer de los extra innings una realidad.

Pero toda buena historia debe de terminar. El desenlace de este maratón beisbolero de más de cinco horas lo decretó Alex Bregman con un sencillo remolcador para la anotación de Fisher y el 13-12 final.

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