“El sueño nunca sonó tan bien” es la coletilla que acompaña al anuncio de los nuevos Bose Sleepbuds, los nuevos auriculares inalámbricos con cancelación de sonido de la compañía estadounidense especializada en sonido. Estarán inicialmente a la venta a través de IndieGoGo, la plataforma para invertir en ideas y prototipos independientes porque de momento “son un prototipo” según la compañía, y “queremos que el público nos de feedback” sobre el producto. Para hacerlos más apetecibles teniendo en cuenta que son un producto a falta de un software definitivo, Bose los ha puesto situados con un descuento del 35% durante esta etapa. Pero mejor hablemos en pretérito porque todas las unidades disponibles están agotadas. Los casi 2.000 entusiastas han pagado entre 150 y 185 dólares por una unidad con cargador que llegará en febrero del año que viene a sus hogares. Cuando acabe esta etapa de prototipado el producto final llegará a las tiendas por 250 dólares. Incluye una funda de transporte y la caja de recarga. Tienen tres etapas. Cancelación de sonido física gracias a la tradicional punta de silicona que se introduce en la parte externa del canal auditivo, como los auriculares tradicionales. Forma un sello que es capaz de aislar de por sí parte de las vibraciones externas que nuestros oídos internos convierten en sonido. La segunda etapa es una combinación de microchips y generador de sonidos que crean ondas que atenúan el sonido externo capturado. De esta forma se cancelan unos con otros en gran medida llegando ampliamente imperceptibles a nuestro cerebro. Solo los ruidos más grandes o estruendosos serán capaz de superar esta barrera tecnológica. Una vez cancelados de forma física y electrónica los sonidos externos, entra en juego la tercera parte. Incorporados en su memoria interna se almacenan sonidos relajantes de la naturaleza. Como los auriculares están bloqueando los sonidos del ambiente de “la mayoría de las habitaciones” según la compañía, estas grabaciones de cascadas, bosques y olas llegando a la playa llegarán a nuestro cerebro de forma más clara. ¿No vale con unos tapones?

Bose admite que “los tapones son una de las mejores formas de eliminar sonidos externos”, pero que “no son suficientemente efectivos a la hora de bloquear sonidos molestos comunes” como por ejemplo “ronquidos de un compañero de cama” además del tradicional antagonismo entre tapones y alarmas del despertador. Los Sleepbuds de Bose reproducirán la alarma o música adecuada que el usuario seleccione a las horas seleccionadas en su smartphone. De esta forma se encuentra un equilibrio entre confort nocturno que no genere despistes a la mañana siguiente. Consiguen cancelar sonidos comunes de la calle y nuestra habitación sin perdernos las alarmas

Bose no ha sabido crear, de momento, un sistema que detecte cuando los ruidos son de un bebé o niño llorando, una función especialmente útil para padres que quieren dormir sin ruidos de la calle pero atentos por si sus hijos necesitan algo durante la noche. Sería estupendo contar con esta opción. A nivel de batería, los Bose sleepbuds durarán “toda una noche”. Lo que significa recargas diarias de los dispositivos cada mañana. Tampoco son capaces de mantener una vida “independiente” del smartphone que los acompaña de forma que si nuestro móvil se queda sin batería, los auriculares no podrán seguir operando. Para solucionar este inconveniente de alguna manera, los Sleepbuds de Bose avisarán a sus dueños si la batería de su móvil es muy baja. La batería dura solo una noche y también puede bloquear sonidos potencialmente importantes como llantos de bebé. -- La Vanguardia