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Recientemente, el Reino Unido logró un acuerdo histórico para evitar un Brexit “duro” por lo que, a diferencia de lo que se cree, permanecerá en la unión aduanera y mercado único de la Unión Europea lo que implica que no habrá nuevas cuotas o aranceles en su comercio bilateral
23:35 viernes 5 febrero, 2021
Colaboradores"Debes saber que si tenemos que elegir entre Europa y los mares abiertos, siempre elegiremos los mares abiertos"- Winston Churchill, ex primer ministro del Reino Unido
En los últimos años mucho se ha platicado sobre el aquel 23 de junio de 2016 cuando los ciudadanos británicos votaron en un referéndum por abandonar la Unión Europa (UE), el llamado “Brexit”. Sin embrago, fue hasta enero del presente año, que esa decisión se hizo realidad, después de amplias y largas negociaciones sobre los términos de su salida.
El Reino Unido ingresa a la Comunidad Económica Europea (antecesor de la UE) en 1973, 16 años más adelante de su creación y después de que el entonces presidente de Francia, Charles De Gaulle vetara su ingreso por dos ocasiones. Por ello, fue hasta la salida de De Gaulle que el Reino Unido obtuvo la aprobación de los miembros para ingresar a la entonces Comunidad, que además se dio en un momento de crecimiento de la Europa continental a diferencia de un estancamiento británico.
Sin embargo, la entrada y permanencia del Reino Unido siempre fue cuestionada y percibida como un miembro incomodo, en tanto que nunca tuvo una integración plena con Bruselas, cede de la UE. Ejemplo de lo anterior es que no formaron parte de Acuerdo de Schengen que eliminó los controles migratorios internos de los miembros, ni tampoco cedieron su soberanía monetaria, al mantener la libra esterlina como su divisa en vez del euro. De igual manera diversos Primeros Ministros cuestionaron su adhesión, tal fue el caso de Margaret Thatcher quién logró negociar una reducción de las contribuciones británicas. Lo anterior, es una clara señal que desde sus inicios había una cierta renuencia de los británicos por formar parte de la UE, quienes se beneficiaron del libre comercio de la Unión sin ceder en otras áreas.
Fue años después, que en el 2016, el entonces Primer Ministro David Cameron realizó el referéndum sobre el Brexit, convencido de que los ciudadanos británicos votarían por permanecer en el bloque, sin embargo para su sorpresa no fue así, en tanto que el 52% de los votantes eligen salir. En ese entonces el principal cuestionamiento era si convenía pagar la cuota de membresía o si más bien usar recurso para el interior del país, cabe resaltar que aún se estaban sintiendo las consecuencias de la crisis económica del 2008 que afectó severamente a diversos países europeos como Grecia, Italia, España y Portugal, y que de igual manera en ese momento existía una gran y cuestionada ola migratoria de África y Medio Oriente hacia Europa.
En respuesta el referéndum, el Reino Unido abandona la UE el pasado 31 de enero del 2020, sin embargo se acordó permanecer hasta el 31 de diciembre del 2020 en una etapa de “transición” manteniendo los beneficios de miembro, y cubriendo el pago correspondiente, y con ello brindando un mayor plazo para cerrar las negociaciones de salida. Fue el 24 de diciembre del 2020 que finalmente se logra un acuerdo, por lo que hace unas semanas, después de 5 años del referéndum y 3 Primeros Ministros, se logró el Brexit, siendo el primer país en abandonar la UE.
De igual manera, el Reino Unido logró un acuerdo histórico para evitar un Brexit “duro” por lo que, a diferencia de lo que se cree, permanecerá en la unión aduanera y mercado único de la UE lo que implica que no habrá nuevas cuotas o aranceles en su comercio bilateral. Sin embargo, la salida si conlleva controles y tramites adicionales en las aduanas, lo que implica un incremento económico y una mayor carga de trabajo administrativo, incentivando a que empresas que quieran vender principalmente en Europa continental, se establezcan en los países miembros. De igual manera se restringirá el libre movimiento de personas al limitar las estancias sin visa y se implementarán nuevos controles de trabajo de europeos en el Reino Unido y viceversa.
Previo al Brexit, dentro de la UE el 40% de las multinacionales tenían su sede en Londres (de los mayores centros financieros del mundo), seguido por un lejano 8% en Paris, de igual manera el Reino Unido representaba la segunda economía más grande del bloque y la histórica principal entrada de bienes comerciales dado el dominio de las redes marítimas y por lo tanto teniendo los mayores puertos. Por lo que la UE tiene hacia adelante retos de sustituir los grandes puertos británicos y buscar absorber el talento financiero centralizado en Londres. Por su lado el Reino Unido ha visto ya la salida de algunas empresas y una pérdida del 30% de empleo relacionado a agricultura, principalmente en bodegas.
Por su lado, la Unión Europea se lleva también una gran reflexión sobre el alcance de Bruselas, sus prioridades políticas, y sobretodo buscar armonizar a los diferentes miembros, y avanzar aún más ya sin el voto del Reino Unido. Asimismo, el Reino Unido tiene una gran labor en frente para trabajar su relación comercial con el resto de los países y buscar lograr un peso político fuerte en la toma de decisiones internacionales.
Twitter: @Noemihrb