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La necesidad de la formación continua lleva años convertido en un dogma laboral, en consecuencia, tanto los profesionales como las propias compañías dedican mucho tiempo y dinero a adquirir conocimientos de lo más variado, desde por supuesto, los idiomas, hasta capacitaciones técnicas de todo tipo, pasando por cursos de inteligencia emocional o liderazgo o de trabajo en equipo
02:06 viernes 25 septiembre, 2020
ColaboradoresLa necesidad de la formación continua lleva años convertido en un dogma laboral, en consecuencia, tanto los profesionales como las propias compañías dedican mucho tiempo y dinero a adquirir conocimientos de lo más variado, desde por supuesto, los idiomas, hasta capacitaciones técnicas de todo tipo, pasando por cursos de inteligencia emocional o liderazgo o de trabajo en equipo. Pero, como en todos los demás ámbitos, la formación para el ámbito profesional también se encuentra en pleno cambio, adaptándose rápidamente a las consecuencias de la pandemia del COVID, el virus que obligó al planeta a aprender a tele-trabajar en cuestión de días también tendrá consecuencias a mediano plazo cuando deje de convertirse en una amenaza muy cercana para la mera rutina de la actividad profesional. De momento, ya se valoran más algunas soft skills, que como ya habíamos abordado en temas anteriores, se refieren a las habilidades relacionadas con el ámbito social como la automotivación, la autonomía y la capacidad de trabajar en equipo, algo que es un poco más complicado en remoto y es aún más imprescindible moverse con soltura tanto técnica como mental en el ámbito digital. Para analizar estos fenómenos se han organizado diversos foros para evaluar esta formación continua y personalizada; entonces, las nuevas aptitudes para la nueva normalidad, ¿Cuáles serán? En estos foros se han incidido ciertas líneas y se han adelantado a tener claridad en que las aptitudes también sufren obsolescencia y para esquivar este problema se necesitan actitudes concretas. La realidad impone un cambio de mentalidad frente a la concepción pasada de los cursos de formación como algo que ofrecía la empresa y que muchas veces se cumplía casi como un trámite para agradar al jefe, el día de hoy los profesionales están dándose cuenta de lo importante que es asumir su responsabilidad en su propio desarrollo y hay empresas especializadas que utilizan por ejemplo la gamificación (game based learning) para la formación, ya que aseguran que todo se puede aprender jugando y que el cerebro humano siempre está preparado para jugar, el truco está en disponer bien el tablero del juego. Desde ese lado, es decir, desde la oferta de formación, el reto es conectar con la motivación individual que es algo que a veces el sistema aplasta, tenemos que lograr que la gente conecte con su responsabilidad de aprender, que no lo haga porque se lo dicen o lo obliguen, la capacidad de aprender es lo más importante. Seguiremos comentando este tema y hacia dónde vamos en el tema de entrenamiento y capacitación continua en las siguientes emisiones. Twitter: @AndradeO77