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Empresas de Grupo Infinite habría usado a una lavandería a la que llevaba contabilidad para facturar la millonaria venta denunció en rueda de prensa su representante legal
01:54 jueves 4 junio, 2020
San LuisA días de que Ciudadanos Observando hiciera públicas ciertas anomalías en compras, presuntamente simuladas en entre empresas de grupo Infinite y la Secretaria de Salud, en rueda de prensa el representante legal de la empresa QuickShine, una de las involucradas en las mencionadas operaciones, denunció ante medios de comunicación que ha sido víctima de un fraude por parte de Grupo infinite y su presidente Gabriel Salazar Soto, quien utilizó el nombre su empresa para facturar de forma indebida 3 millones 548 mil 188.28 pesos ya que la empresa y así propietarios no estaban enterados de dichas operaciones con la dependencia . Explicó que sin ser proveedores de la Secretaría de Salud se elaboró una factura a nombre de QuickShine, que se dedica a servicios de lavandería, donde supuestamente vendió filtros purificadores, mascarillas desechables y soluciones de plata coloidal. El problema se presentó porque Salazar Soto era contador de la lavandería y supuestamente se equivocó al momento de facturar. La factura debió salir a nombre de la empresa ProShine, que era de su propiedad. Salazar arguyó que se confundió por el parecido en el nombre. “Nosotros no somos proveedores de la Secretaría de Salud, ni tenemos registro como tal. La forma en cómo se llevó a cabo la compra, deducimos que debió haber existido un proceso de licitación que hasta el día de hoy tampoco ha demostrado la secretaría de salud de que exista”, añadió. Inicialmente, señaló que de manera confusa la titular de Salud, Mónica Rangel Martínez, aceptó la participación de Gabriel Salazar Soto donde se le asignó, deduciendo que hubo un proceso de licitación con la Junta de Gobierno. “Se han asignado muchos contratos millonarios a favor de Gabriel Salazar Soto y la secretaría de salud justificó la asignación por haber hecho un procedimiento correcto como lo establece la ley de adquisiciones”. Insistió que el malestar de QuickShine, a quien legalmente representa, es que se le ha generado una carga fiscal con una facturación por 3 millones 548 mil 188.28 pesos, a través de una facturación “errónea”. “Salazar Soto les solicitó que se devolviera el recurso y se encargaría de la cancelación de la factura para que no generara carga fiscal a la empresa, pero esta situación no ocurrió”, lamentó. Además, advirtió que se solicitará la intervención de la Inteligencia Financiera del SAT para efecto de que informe hacia dónde fueron destinados estos recursos y de qué manera se esparcieron, y conocer sus beneficiarios. Sin embargo, precisó que sí tiene copia de transferencias donde se acredita que el recurso que se pidió se devolviera fue depositado a Cano Soto y Asociados y a Grupo Constructor Sasga a quienes se les dividió por cantidades por 1 millón 840 mil pesos y 1 millón 708 mil 181.28 pesos, respectivamente, que suman los 3 millones 548 mil 188.28 pesos facturados. Además, reprochó que la secretaria de salud, Mónica Liliana Rangel Martínez ha minimizado la situación. “Ha dicho que la cantidad que se le entregó a esta persona ha sido mínima a comparación del presupuesto que recibe”; sin embargo, dijo no hay garantía que las demás licitaciones que se han realizado sean limpias y no con manipulación y con beneficios de contratos a Gabriel Salazar.