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Esta semana en diversos espacios internacionales se recordó el cumpleaños del Presidente Ruso Vladímir Putin, quién además este año suma 21 años en el poder
23:53 viernes 9 octubre, 2020
ColaboradoresEsta semana en diversos espacios internacionales se recordó el cumpleaños del Presidente Ruso Vladímir Putin, quién además este año suma 21 años en el poder, tanto como presidente y como primer ministro, dentro de los cuales se ha convertido en el símbolo más fuerte de la Rusia actual. Dentro de sus recién cumplidos 68 años y dada su gran ambición y determinación, Putin ha pasado de nacer y vivir en pobreza, con escasez de alimentos, y de compartir junto con sus padres un departamento con tres familias más, a vivir en el lujoso Gran Palacio del Kremlin, que funge como la sede del poder federal ruso. Ha pasado también de ser un espía en el Comité para la Seguridad de la Unión Soviética o la reconocida KGB, a ser el jefe del Servicio Federal de Seguridad, heredero del KGB. Al mismo tiempo, pasó de ser una figura relativamente desconocida en el gobierno federal, a ser el presidente de la Rusia actual con más fuerza y poder, liderando por cuatro términos presidenciales y dos como primer ministro, al país que abarca 11 de los 24 husos horarios mundiales. De igual manera, dentro de sus logros como gobernante, Putin después de la caída de la Unión Soviética, formó una identidad rusa en un país por demás dividido, y con regiones que aspiran a separarse, como Chechenia. Asimismo, unificó y prosperó económica y socialmente al país habiendo aumentado el PIB en 71%, y reduciendo la pobreza en sus primeros años en el poder. En el ámbito internacional, ha reubicado a Rusia en la esfera global al convertirla en un contrapeso importante a las potencias occidentales, como se ha evidenciado sus intervenciones en conflictos en el Medio Oriente como Siria e Irán, Corea de Norte, en las pasadas elecciones de Estados Unidos, en Ucrania, y recientemente en Bielorrusia. Igualmente, ha recibido diversos reconocimientos internacionales tales como persona del año por la revista Time en 2007, una nominación al Premio Nobel de la Paz en 2014, y respeto y admiración por diversos líderes mundiales como Donald Trump. Sumado a esto, Vladimir Putin es ampliamente conocido por ser cinta negra en judo, y por practicar actividades como la caza, hockey sobre hielo, la pesca y natación en aguas heladas. Sin embargo, el presidente Putin ha sido también duramente criticado por el autoritarismo con el que gobierna, por girar el poder en torno suyo, y por las frecuentes y severas violaciones y restricciones a derechos humanos, derechos democráticos y libertad de expresión, tales como desapariciones forzadas, represión a la oposición, y persecución a periodistas. De igual manera ha sido calificado negativamente por diversas decisiones tales como, la crisis de rehenes del teatro Dubrovka de Moscú, en donde fallecieron más de 100 personas, y la tragedia del submarino atómico Kursk en donde murieron sus 118 tripulantes. Aun así, ha gozado de una amplia popularidad a pesar de entrar a la presidencia de manera interina en 1999 tras la escandalosa renuncia de Boris Yeltsin, y siendo una figura casi desconocida. En ese entonces, era ubicado únicamente por su determinante rol en la segunda guerra de Chechenia que apoyó a mantener a Rusia unida, lo cual le dio su primera victoria en las boletas en el 2000 con un voto a favor del 53%. A pesar de que muchos consideraron que, como sus antecesores, iba a durar poco tiempo en el poder, sorprendió con su forma decidida de gobernar, y con los grandes resultados positivos que lo llevaron a ganar su segunda elección con el 71.3%. Dado que la Constitución rusa indica que los presidentes se pueden reelegir de manera consecutiva únicamente dos veces, para cuando terminó su segundo periodo, eligió a Dmitri Medvédev en el 2008 como presidente, y él mismo fungió como Primer Ministro en esa administración. Después de ello, volvió a ganar su tercera elección en el 2012 con un 63% de aprobación, y su cuarta en el 2018 con más del 76% de los votos, ambas elecciones calificadas por muchos como fraudulentas, y que lo posicionan en el poder hasta el 2024. Curiosamente la popularidad de Putin si bien siempre ha sido alta, sube de manera importante durante los conflictos bélicos como lo fue la guerra de Chechenia en 1999, la guerra con Georgia en 2008 y la anexión de Crimea en 2014 que le dio un 20% más de popularidad, a pesar de que conllevó a tener sanciones internacionales. A futuro, a pesar de no tener posibilidad de reelección por tercera vez consecutiva, pocos creen que Putin vaya a dejar el liderazgo de Rusia al terminar su actual periodo administrativo en el 2024, en tanto que hay quienes aseguran que Rusia ha prosperado más en mandatos largos tales como los de Pedro el Grande y Catalina la Grande, y ven a Putin como “el nuevo zar de Rusia” que ha convencido a sus ciudadanos que es indispensable e irremplazable. Por otro lado, con el límite de reelección, la oposición ve un espacio para fortalecerse y relevar al mandatario con nuevas ideas para el país, dadas las críticas en el gobierno y creciente inconformidad. Twitter: @Noemihrb