Este viernes se convocaron nuevas manifestaciones a favor del gobierno en Irán, en reacción a un movimiento de protesta contra el coste de la vida y el Ejecutivo, que degeneró en altercados violentos y causó al menos 21 muertos.  La víspera, Estados Unidos anunció nuevas sanciones contra grupos industriales iraníes sospechosos de participar en el programa balístico de Teherán, lo que no había provocado ninguna reacción por parte del Gobierno iraní el viernes por la mañana.  Por su parte, los responsables iraníes acusaron a la CIA estadounidense, a Israel y a Arabia Saudita de estar detrás de los disturbios, recurriendo a grupos "contrarrevolucionarios" y a los Muyahidines del Pueblo (principal grupo opositor en el exilio), que dejaron al menos 21 muertos, manifestantes en su mayor parte. Por tercer día consecutivo, el viernes se organizaron nuevas concentraciones de apoyo al Gobierno en la provincia de Teherán y en varias ciudades de provincia, como Tabrix (noroeste) y Kerman (sur), para condenar a los "alborotadores", según imágenes de la televisión pública.  El miércoles y el jueves se organizaron importantes manifestaciones similares en unas cuarenta ciudades de provincia. Se trata del movimiento de protesta más importante desde 2009. Comenzó el 28 de diciembre en Mashhad, segunda ciudad del país, contra la situación económica y se expandió por todo el país hasta el 1 de enero, adquiriendo un cariz más político, y degenerando en episodios violentos.  Pero, tras un amplio despliegue de las fuerzas de seguridad, la situación volvió a la normalidad en los últimos día. En los últimos tres días no se produjo ninguna manifestación en Teherán mientras que en las ciudades de provincia las últimas protestas tuvieron lugar el jueves por la noche, según unos videos publicados en redes sociales que no pudieron ser verificados.  Identificar a los vándalos En algunos casos, las manifestaciones estuvieron acompañadas de actos vandálicos y cientos de personas fueron detenidas.  La policía instó a la población a "enviar [a la policía] los videos y las imágenes de las acciones contra la seguridad", según los medios. Además, las autoridades publicaron fotos de los manifestantes para pedirle a la población que les ayude a identificarlos.  Responsables de todas las tendencias políticas denunciaron los disturbios, si bien los reformistas del expresidente Mohammad Jatami, que participan en el gobierno del presidente Hasan Rohani, sostuvieron que habrá que responder a las reivindicaciones legítimas de la población. Algunos simpatizantes de Rohani acusaron a grupos conservadores de haber provocado las manifestaciones de Mashhad para sacar rédito político, algo que los interesados negaron, insistiendo en que el Ejecutivo debe cambiar de política económica para aliviar la presión sobre las clases más desfavorecidas.  El Parlamento rechazó la idea de subir un 50% el precio de la gasolina, como prevé el presupuesto.  "El precio de la electricidad, del agua y del gas no aumentará más", agregó el viernes Gholamreza Gharmsar, miembro de la dirección del Parlamento.  El fiscal general, Mohammad Jafar Montazeri, volvió a acusar a Estados Unidos, Israel y Arabia Saudita de haber provocado los actos violentos.  "El proyecto para crear inseguridad y disturbios en Irán empezó hace cuatro años", declaró Montazeri, citado por la agencia Isna, y apuntó directamente contra Michael D'Andrea, responsable de la CIA para Irán. Reunión en la ONU Desde el comienzo de las protestas, el presidente estadounidense Donald Trump mostró su apoyo a los manifestantes.  A petición de Estados Unidos, este viernes se celebrará una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para tratar la situación de Irán. La víspera, Washington dio un paso al frente e impuso nuevas sanciones contra grupos industriales sospechosos de participar en el programa de misiles balísticos de Teherán.  El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, acusó al régimen iraní de "dar prioridad" a su programa de misiles "en detrimento del bienestar económico de su población". Para el Departamento de Estado, las autoridades iraníes deberán "rendir cuentas" por la represión y aseguró que Estados Unidos "no olvidará a las víctimas" de las protestas. Anteriormente, Irán había protestado ante la ONU contra las "injerencias" de Estados Unidos, al que acusó de atizar los disturbios. Rusia también advirtió a Washington contra cualquier intervención en los "asuntos internos" de Irán, mientras que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, también denunció a "algunos del extranjero [que] provocan" los disturbios. -- EL ZOCALO