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Si algo ha quedado en evidencia en los procesos electorales de los últimos años, es que los partidos políticos han ido perdiendo la fuerza que algún día tuvieron, los escándalos de corrupción, los malos gobiernos, las promesas incumplidas fueron alejando a los ciudadanos de los institutos partidistas, a tal punto que de los que algún día se llamaron partidos grandes, no queda ni la sombra y tampoco el padrón, que se ha ido achicando
00:06 miércoles 11 noviembre, 2020
EN LA OPINIÓN DE ERIKA SALGADOSi algo ha quedado en evidencia en los procesos electorales de los últimos años, es que los partidos políticos han ido perdiendo la fuerza que algún día tuvieron, los escándalos de corrupción, los malos gobiernos, las promesas incumplidas fueron alejando a los ciudadanos de los institutos partidistas, a tal punto que de los que algún día se llamaron partidos grandes, no queda ni la sombra y tampoco el padrón, que se ha ido achicando. Debido a ello, la estrategia por la que hoy apuestan son las alianzas y coaliciones entre partidos, buscando sumar votos y dar la batalla a movimientos que, como Morena, buscan capitalizar el descontento social. Pero hoy, ni Morena, sin Andrés Manuel López Obrador en la boleta, podría generar votos multitudinarios, es más, hoy el primer gran reto de cara a la elección de 2021 es que la gente salga a votar, desanimados por la falta de resultados de los gobiernos sean de color que sean, los ciudadanos, en la toma de una decisión racional, ya no le ven el beneficio a ejercer el voto, mucho trabajo se tendrá que hacer para llamarlos a las urnas. En San Luis Potosí dos grandes bloques buscarán la gubernatura del estado, por más surrealista que parezca, partidos que nunca hubiéramos esperado ver juntos se han aliado. Por un lado está en PAN con el PRI , PRD y Conciencia Popular, por el otro, contra toda lógica, va Morena con el PVEM, PT y Nueva Alianza. El éxito o fracaso de estas coaliciones depende de los nombres que entren al juego, pues hay algunos con los que ningún partido quiere verse vinculado y otros que se ven como caballo que promete y que podrían lograr sumar a varias fuerzas partidistas. Sin duda, Morena es el partido que más tendría que ganar o perder, es el partido del presidente, no puede en el caso de San Luis Potosí, quedarle mal a su líder moral entregando su capital político a cualquiera, si todos los partidos deben ser cuidadosos, Morena es quien más requisitos de entrada debe poner a sus abanderados, para garantizar que no se conviertan en la espina en el pie del proyecto de López Obrador. Aquí el asunto, como en los concursos de baile, se trata de con quien se baila. No se trata solo de sumar votos, sino de mantener por lo menos la mínima coherencia, así un partido cuya bandera principal es la lucha contra la corrupción, no podría abanderar a alguien de dudosa reputación porque si lo hace se arriesga a que la gente le pase la factura, con todo e intereses, en las urnas. En contra parte, un aspirante que goza de cierta buena imagen, debe tener cuidado de no vender su alma al diablo, y no por unos cuantos votos terminar aliándose con partidos que sólo viven para exprimir al pueblo y que no hacen ni el mínimo esfuerzo por presentar un proyecto de representación. Gran parte de la responsabilidad recae sobre los hombros de los dirigentes partidistas, que dicho sea de paso, la noche del martes quedó demostrado que en San Luis Potosí los partidos no tienen a la cabeza a grandes líderes, algunos mejor intencionados que otros, pero no representan liderazgos fuertes al interior de sus partidos, muchos menos al exterior. A la mayor parte de ellos el partido se les escapa de las manos, los grupos los rebasan y su capacidad conciliadora será puesta a prueba justo en los momentos de definición de candidaturas. Como si esto fuera un juego de cartas, cada partido busca tener la mejor partida, nadie juega de forma desinteresada, cada quien busca ganar, aunque el premio varía de acuerdo al partido, algunos buscan solo sobrevivir, mantener el registro, otros van por todo, colocar a su abanderado o abanderada en el poder, otros van por el dinero y como lo he venido diciendo, estarán dispuestos a alquilar su emblema a quien mejor pague, veremos poco a poco como se van moviendo las piezas y como en el juego de las sillas, también veremos quienes logran acomodarse y quienes se van quedando fuera de la fiesta, como ya empezó a suceder con el registro de precandidatos. El asunto al que debemos estar atentos los ciudadanos es no sólo a quien tiene y quien no posibilidades de ganar, sino que es realmente lo que representan y lo que ofrecen para San Luis Potosí, para nuestras familias. Si los partidos no son un buen filtro de candidatos, los ciudadanos sí seremos muy cuidadosos de a quien le entregamos las llaves de nuestra representación.