Vínculo copiado
Nadie olvida las incidencias que marcaron a los diputados y diputadas de esta Congreso local, por eso en un recuento de hechos, se demuestra la razón de rechazo ciudadano
17:19 miércoles 12 septiembre, 2018
San LuisSan Luis Potosí, México (11 de septiembre de 2018).- Fue el 14 de septiembre de 2015 que rindieron protesta los 27 integrantes de la sexagésima primera legislatura, la polémica ya se veía venir, pues luego de un debate que casi se vuelve discusión se pudo nombrar a la Directiva y la integración de la Jucopo. Iniciativas que por protagonismo se impulsaron, pero que no se sacaron adelante, como la ley para legalizar los matrimonios igualitarios, la ley de participación ciudadana, propuestas con errores de “interpretación” como el punto de acuerdo de la diputada Guillermina Morquecho que incluía un link a una página sobre sexo oral, o la ley que buscaba regular los memes de la diputada Martha Orta, la ley de del diputado Enrique Flores para que los legisladores pudieran votar sentados… Queriendo mostrar unidad e “independencia” legisladores de diferentes fracciones formaron un grupo opositor a sus partidos políticos que denominaron “los broncos”, posteriormente se lanzó una iniciativa para modificar la elección de líderes de bancadas, incluso uno de los integrantes, Alejandro Segovia se rebeló a su partido manifestando en la tribuna que al gobernador “le faltan huevos”. Pasado el tiempo los desfiguros en las sesiones del pleno no se hicieron esperar, discusiones y ofensas entre los propios diputados, reproches a los medios de comunicación, la exhibición incluso de un cuadro del presidente norteamericano Donald Trump desnudo y constantes ocurrencias daban más interés los Asuntos Generales que a las propias iniciativas. Los escándalos trascendían incluso a nivel nacional, la corrupción y demandas en contra de los legisladores no se hicieron esperar, se destapó la llamada “ecuación corrupta”, donde presuntamente diputados en complicidad con el auditor superior del estado y su personal ofrecían a alcaldes “maquillar las cuentas públicas”, por lo cual fueron denunciados penalmente. Los actos de corrupción continuaban, otros diputados, principalmente de la bancada panista se vieron involucrados en el llamado “moches gate” en el que de un fondo estatal decidían los legisladores a dónde se podría destinar para inversión en obras, por lo que “gestionaron” millones de pesos en rehabilitar caminos en Ciudad del Maíz pero nunca se realizaron. Varias veces se denunció al diputado Mariano Niño por desviar recursos para supuestos apoyos a ciudadanos que nunca recibieron, incluso presentó como prueba una carta de agradecimiento de una persona que ya estaba muerta, lo que llevó a la legislatura a eliminar los apoyos de gestoría, sin embargo surgieron dudas sobre la devolución del recurso a la Secretaría de Finanzas. Con el tiempo más fraudes seguían apareciendo, desde la facturación por parte del diputado Jesús Cardona de alimento para perros, ropa interior y pantallas, hasta la contratación de servicios a empresas fantasma. Los escándalos trascendían su vida laboral, vehículos oficiales, recién entregados, se vieron involucrados en accidentes automovilísticos, el viaje de la diputada Xitlálic Sánchez al Súper Bowl y de diputados a Alaska, de los cuales lucieron sus fotografías en redes sociales, la difusión de imágenes del hijo de Bautista Villegas quemando billetes falsos. Los diputados Sergio Desfassiux y José Luis Romero Calzada, fueron grandes protagonistas de los escándalos, pleitos con diferentes sectores de la sociedad como taxistas, empresarios de estacionamientos, manifestantes y activistas, bailes al interior del recinto legislativo, antidopings, y hasta bailar con un burro La prepotencia de los legisladores también fue parte de la legislatura, utilizando su autoridad para transgredir la ley, como la ocasión en que Romero Calzada invadió el lugar de los hechos de un asalto, o cuando Desfassiux pretendía salir bien librado de una detención por conducir alcoholizado. En numerosas ocasiones Congreso Calificado reprobó a los legisladores en sus informes trimestrales, en el último se dio una eficacia parlamentaria de 47%. Es decir, por cada dos iniciativas que se presentan ante el Congreso una no será dictaminada y la mayor calificación fue de 3.26. No solo la organización sino los empresarios y ciudadanos los han calificado como una de las peores legislaturas que ha tenido San Luis Potosí.