Donald Trump cumplió ayer con uno de los rituales republicanos más antiguos de Estados Unidos: desafiar a la Oposición demócrata en su segundo discurso anual ante el Capitolio. El Presidente se presentó como un creador de un milagro económico al inaugurar formalmente la época de Gobierno dividido -con los demócratas controlando la Cámara Baja- con la amenaza de construir, cómo sea, el muro fronterizo con México. "En el pasado, la mayor parte de la gente en esta sala votaron por un muro. Pero el muro adecuado nunca se construyó. Yo lograré construirlo", dijo Trump, flanqueado por la nueva presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, y el vicepresidente Mike Pence. En medio de tensas negociaciones sobre el presupuesto, que tienen como objetivo evitar un nuevo cierre de Gobierno antes del 15 de febrero, Trump pareció apelar directamente a la Oposición para que cedan en su negativa a financiar una barrera de concreto al describirlo de una forma distinta. "Será una barrera de acero inteligente, estratégica y a través de la que se pueda ver. No es simple muro de concreto. Será desplegado en áreas identificadas por los agentes fronterizos como aquellas con más necesidad... Donde se erigen muros, los cruces ilegales bajan", dijo. El Mandatario llegó al Capitolio ayer con un bajísimo 38 por ciento de aprobación entre los votantes, según la más reciente encuesta de la Universidad de Quinnipiac, y con 68 por ciento que se opone a un nuevo "apagón". A pesar de que reconoció el histórico aumento de mujeres en el Congreso, también criticó cualquier investigación de la Cámara baja contra su Gobierno. "Un milagro económico está llevándose a cabo en EU y la única cosa que puede detenerlo son guerras tontas, la politiquería o investigaciones partidistas ridículas", señaló, en referencia a la investigación de la trama rusa que lidera el Fiscal Especial Robert Mueller. Una de las estrellas demócratas que destacaron en la elección de noviembre, la ex candidata a la Gubernatura del Estado de Georgia, Stacey Abrams, ofreció la respuesta oficial del Partido Demócrata presentándose como los campeones de la clase media trabajadora. "El cierre del Gobierno fue un montaje diseñado por el Presidente que ha desafiado cualquier principio de decencia y que abandonó no sólo a nuestro pueblo sino nuestros valores", afirmó sobre los más de 800 mil burócratas afectados. Por otro lado, Trump exhortó a la ratificación del nuevo Acuerdo Comercial entre México, EU y Canadá (T-MEC), firmado el año pasado y que asegura tiene cláusulas que benefician a los trabajadores estadounidenses a pesar de que el "apagón" provocó el retraso del proceso de ratificación. --

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