Apenas comenzamos diciembre “y sus posadas”, las cuales tradicionalmente deberían empezar el pasado sábado 16, y deberíamos tener en nuestra cuenta un buen ahorro, pero en nuestro afán y necesidad de fiesta, alargamos la fiesta prácticamente durante todo el mes, el problema no es la fiesta, a fin de cuentas, tenemos derecho, el problema es el gasto que dispensamos en ello y que llega un momento en el cual no pensamos en los que estamos gastando. Póngase a pensar un poquito en lo que se gasta en una pequeña reunión para 30 personas, sin en promedio se les ofrecieran tres tamales, refresco, atole, café, algo de vino, piñata, dulces y la renta de mobiliario, la cuenta debe estar en no menos de 3,500, la pregunta es ¿qué podría adquirir o pagar con ese monto?, aun cuando la diversión es necesaria es muy importante ser prudentes con el gasto. Le recuerdo nuevamente por qué en este fin de año es necesaria la prudencia en el gasto, en el 2018, en nuestro país se celebran elecciones para renovar y de acuerdo al Instituto Nacional Electoral (INE), vamos a elegir un presidente de la república, 128 senadores, 500 diputados y más de dos mil ayuntamientos para renovar un total de 3,226 cargos en nuestro país, históricamente en un año electoral la economía del país se torna muy volátil y existe el riesgo de algún problema político que incida directamente en nuestros indicadores macroeconómicos. Dado lo anterior es recomendable divertirnos y comprar con prudencia de tal manera que “la cruda” no nos dure todo el año siguiente. @Oliver_Arroyo