La Selección Mexicana se ha visto afectada por la pandemia de COVID-19 no sólo por la cancelación de los partidos de carácter amistoso, así como la dificultad que enfrentará para acomodar el calendario de competencias oficiales como la Liga de Naciones de Concacaf y eliminatorias mundialistas... más allá de eso, el Tri se devaluó. En dos de sus jugadores más representativos actualmente, Héctor Moreno (Al-Gharafa, de Qatar) y Edson Álvarez (Ajax, de Holanda), el decrecimiento en el valor de sus cartas ha sido significativo. El Tri perdió parte de su valor de mercado con respecto a la última convocatoria del estratega Gerardo Martino. El Tata llamó a 23 elementos para los partidos ante Panamá y Bermudas de la Liga de Naciones de la Concacaf en noviembre.

De acuerdo con el portal transfermarkt, el combinado nacional tenía un valor de 153 millones de euros, tomando como base a los 23 elementos de esa última convocatoria. A seis meses de ese llamado y tras la crisis sanitaria, el estimado de ese mismo plantel es de 131 millones, lo que significa una pérdida del 14.4% en el valor de mercado del Tri, con cifras de abril. La carta de Raúl Jiménez (Wolverhampton) representa el 30% del valor de la plantilla y ésta se devaluó de 50 millones de euros que alcanzó en enero a 40 millones actualmente: 20% menos. Entre los jugadores cuyas cartas se depreciaron marcadamente se encuentra Erick Gutiérrez, el volante mexicano del PSV, quien ha tenido poco juego en su club y pasó de 6.5 millones de euros a 4.8 (caída de 26.2%). Pero los más afectados por esta depreciación son Moreno y Álvarez, quienes perdieron un 46.7% y 38.5% de su valor de mercado, respectivamente, dado sus caídas de 6 a 3.2 mde y de 13 a 8 mde.

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Excelsior