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Recientemente el agua, fuente de la vida y desarrollo, empezó a cotizar en el mercado de futuros de materias primas, hecho que derivó en fuertes cuestionamientos sobre el alcance del instrumento financiero y su posible impacto en la escasez o en el alza de su precio
00:06 sábado 23 enero, 2021
ColaboradoresEn el año 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció el derecho humano al agua potable, al considerarlo fundamental para el desarrollo socioeconómico, la energía, la producción de alimentos, los ecosistemas y para la propia supervivencia de los seres humanos y en general para todo ser vivo. Sin embargo, desde hace algunos años existe una crisis mundial de abastecimiento de agua para satisfacer las necesidades humanas, comerciales y agrícolas. Es por ello que hubo una gran alarma ante la cotización del agua en el mercado de futuros de Wall Street.
El agua en general ya cuenta con un precio, ya sea por comprar una botella, el uso en casa o en la industria, sin embargo entra al mundo financiero en Estados Unidos, en el mercado del estado de California desde el 2018 como índice de precio con el nombre “NQH2O”. Lo anterior, con el único objetivo de fijar un precio ante la constante fluctuación del mismo y con ello permitir a los compradores tener una mejor cobertura de sus riesgos. El precio del NQH2O se genera promediando los contratos de derechos de agua y sus ventas en 5 regiones de California, lo que permite una mayor supervisión y transparencia. No obstante, fue hasta hace unas semanas que se da el cambio de pasar de un índice informativo, a la compra y venta en el mercado de futuros.
Un “futuro” es un instrumento financiero que cotiza en el mercado y que permite a los inversionistas comprar o vender algo (por ejemplo maíz, trigo, petróleo, oro o hasta electricidad), al precio de ese día, apartarlo con una pequeña cantidad, y pagarlo completamente en un futuro (algunos meses o hasta en un año). Lo anterior, le da al mercado la posibilidad de cubrir riesgos, o de obtener el beneficio financiero del incremento en los precios, por esto último en la mayoría de las ocasiones los inversionistas optan por vender la cobertura, en vez de recibir la materia prima que se compró.
Es dentro de este instrumento que en diciembre del 2020, el agua entra por primera ocasión al juego de la oferta y demanda, tomando como producto el derecho de agua que los usuarios han decidido vender o poner a disposición del mercado. Aún con la entrada a Wall Street, el índice se mantendrá fluctuando de acuerdo al precio del agua en las 5 regiones de California (mercado agrícola más grande de EUA y estado que consume 9% del agua en ese país), y principalmente busca regular dicho precio a las necesidades propias del Estado, y permite a los quienes requieren grandes cantidades de agua protegerse del riesgo de la variación en el precio. Sin embargo, es también cierto que el cotizar en la bolsa de valores da lugar a que jugadores financieros puedan especular con el instrumento y busquen un beneficio con el alza del precio, perjudicando con ello a los usuarios finales del agua.
En tanto que la incorporación del agua en el mercado de futuros de momento afecta únicamente al estado de California, no tiene una implicación directa en el precio del agua en otros países. Sin embrago, a futuro el índice podría ser utilizado como referencia para otros mercados a nivel internacional, o como un precedente para que otras bolsas de valores consideren empezar a cotizar el recurso.
Por lo antes mencionado, si bien la cotización del agua en la bolsa de valores no prevé una afectación en los precios o en el acceso al recurso, si abre un espacio importante para impulsar la conciencia sobre la relevancia del agua, recurso no renovable ya de por si escaso, e invita también a la reflexión de vigilar su explotación y ante todo privilegiar su cuidado, que es tarea de todos.
Twitter: @Noemihrb