Cada semana el argentino Andrés Rey ofrece siete shows como Luis Miguel y, en algunas ocasiones, llega a confundir a la prensa. El doble internacional de "El Sol" toma la llamada desde Buenos Aires, donde radica, minutos antes de iniciar un nuevo recital enfundado como el cantante mexicano. Hace 20 años que comenzó a personificarlo de manera profesional en eventos privados, dado el parecido que desde niño se le atribuía. “Soy un año más chico que él y el parecido natural me fue abriendo puertas, digo, nunca pensé en trabajar en esto, pero le fui dando forma poco a poco”, señala. “A veces al cantar la gente se sorprende, en Punta del Este me llamaron para una canción y pues hice el show, de pronto me pidieron otra y al llegar al lobby me encuentro con prensa internacional y tuve que decirles que no era Luis Miguel”, recuerda divertido. Cada fin de semana contabiliza siete presentaciones como Luis Miguel en las que la gente entiende de quién se trata, pero se divierte con eso. “En la calle me confunden, pero cuando se dan cuenta, se acercan para una foto, que no es nada molesto, por el contrario. Es cuando salgo del personaje y soy Andrés, para no encerrarme en un mundo el cual no me permita darme cuenta de la realidad de las cosas”, establece. No ha tenido oportunidad de conocer personalmente a Luismi, pero sí platica con su equipo. Y lanza la carcajada cuando se le pregunta si ha sido utilizado para confundir a fans. “Hay firma de contratos de exclusividad, donde no se puede contar lo que se vive en esos lugares. Lo que sí es que he estado en México y cosas privadas, como una en Aguascalientes”, comenta. Al final dice, físicamente se cuida y considera tener el cuerpo que el cantante tenía en 2005. Indica que no paga nada por ser el doble del mexicano y jamás se le ha solicitado algo. Fan de la serie. Andrés ha seguido la serie de Netflix con atención y, aunque considera no es del todo cierta, aprueba el trabajo de Diego Boneta. “Me parece muy buen actor, una persona que llega a personificarlo muy bien en sus gestos, sus movimientos; aunque la voz se graba en estudio, lo realiza bien y se ve que le gusta, lo único que tiene es no parecerse, no hay similitud”, apunta. -- El Universal