El desarrollo de la tecnología y la incursión de los robots en el mercado laboral son temas muy en boga en el debate sobre políticas públicas, hoy se afirma que los robots estarían supliendo a los humanos en los trabajos y que algunos pocos estarían ganando mucho mientras que la gran mayoría no podría conseguir  empleo porque sus habilidades serían obsoletas. Sin embargo en este sentido tengo cierto escepticismo no tengo duda que habrá muchas nuevas tecnologías que cambiarán la dinámica laboral, tampoco discrepo con la información de que las políticas laborales tendrán que apoyar a los trabajadores que pierden sus empleos por los cambios tecnológicos del futuro pero pienso que no estamos viendo algo realmente nuevo y que creo que al menos hasta ahora la evidencia empírica podría comprobarlo. Un artículo reciente de Robert Atkinson analiza el mercado laboral de Estados Unidos desde 1850 hasta 2015. El artículo muestra diversos casos de ocupaciones sustituidas en el pasado. Por ejemplo el caso de los ascensoristas en 1850 de los cuales había miles, pero casi ninguno a finales de 1990; por lo tanto, después de un análisis de los datos históricos, el autor concluye que las estadísticas muestran que el mercado laboral norteamericano no tiene niveles de rotación laboral particularmente altos, de hecho es exactamente lo contrario, los niveles de rotación están en sus mínimos históricos. Es importante resaltar que los autores no niegan que haya mucha inestabilidad laboral, solo presentan datos históricos para demostrar que el fenómeno no es nuevo ya que para presentar su análisis muestran diversas estadísticas del mercado laboral del mundo y las cifras promedio entre contrataciones y despidos se mantienen en estándares regulares Para ampliar esta información y sobre otros temas sumamente relevantes recomiendo la lectura de los artículos incluidos en el portal Information Technology & Innovation Foundation (ITIF) https://itif.org/publications

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