¿Qué se puede agregar a lo ya dicho de Maradona? Fue una persona que tocó el cielo como el infierno en su vida y en ocasiones en un mismo partido de futbol, fue una persona nefasta, alguien que apoyaba a Maduro, al régimen cubano y no dudo ni poquito que también a los norcoreanos, pero al mismo tiempo era a alguien que se le tenía que poner atención (y mucho por al final no se le entendía) cuando hablaba de futbol, aunque a pesar de que sea un simple deporte, se puede equiparar como hablar de las grandes ciencias exactas por la gran importancia que tiene hoy en la actualidad este simple deporte. En una plática acalorada de oficina sobre Maradó, ejemplifique que el 10 argentino fue grande y siempre será grande por la facilidad de volverse el “chaleco antibalas” de todos y para todo, me explico. A pocos años de una batalla sangrienta en las Malvinas, en donde los argentinos se sentían vapuleados con el orgullo agachado por la derrota contra Reino Unido que terminaron perdiendo ese terreno que habían acordado que era suelo argentino, pero a base de cañonazos se los quitaron, tuvieron la “revancha” por la gracia del balón quien los cruzó en el camino del mundial México 1986, ahí Diego por primera vez tocó con la mano el infierno. “La mano de D10S” fue una de las vergüenzas deportivas más grande de la época pero en Argentina eso no importó ese gol supo a revancha, sabía a venganza otorgada por el “10” de Argentina, pero solo cuatro minutos le bastaron para tocar la gloria con el gol considerado como el gol del siglo XX. Así fue Maradona, del cielo al infierno en instantes, todo por ser como era, irreverente, polémico, canchero, aguerrido, descarado, algunos lo señalan como de la peores personas que han jugado futbol, pero al mismo tiempo tiene una iglesia en Argentina. “Salvador de un país entero” descubridor y refundador de una ciudad que vivía reprimida por sus vecinos ricos del norte. Cuando llegó Maradona a Napoli era un equipo que representaba a toda una ciudad, sin rumbo, hundidos en el abismo, pero no solo deportivamente, si no, también social, las personas tenían que salir de la ciudad para ir a Turín a ganarse la papa de cada día. A ese equipo llegó Maradona y a esa ciudad le dio un sentido de pertenencia dándoles dos ligas y una Copa UEFA algo que antes de él parecía totalmente impensado. A pesar de eso fue abucheado en ese mismo año en el mundial del 90 cuando Argentina jugó contra Italia, y antes que napolitano y futbolista fue argentino, y ganó aquel partido ante Italia en San Paolo, hoy estadio Diego Armando Maradona. Luego de estar en la gloria, en el 94 se retiró literalmente de la mano de aquella enfermera para hacerle una segunda prueba de antidoping luego de que diera positivo a cocaína. De esta clase fue Maradona, tan importante para que se celebre la “navidad” el 30 de octubre en Argentina, pero tan fantoche que en su tercer partido como DT fue expulsado por arrojar una botella de agua en contra del árbitro asistente. Un verdadero parachoques que cuando le tiraban una patada a la rodilla, respondía con una gambeta, un túnel, un gol o un título. Por eso en lo futbolístico será siempre mejor que Messi, porque ganó un mundial y un título europeo con un equipo malo… actualmente ganar algo con el Napoli es casi heroico, imagínense en aquellos años. Es el dueño de la “10” en el futbol, todos la quieren tener para ser como él pelusa, pero nadie aguanta las patadas como las que recibía el oriundo del barrio de Villa Fiorito.  Para millones fue un monstruo como jugador y para otros tantos es una monstruosa persona, blanco o negro, nunca gris, porque el mejor nunca puede ser gris.