El juez de Estados Unidos que preside el proceso contra Joaquín El Chapo Guzmán, considerado el mayor capo del narcotráfico del mundo, negó este jueves su petición para saludar y abrazar a su esposa, Emma Coronal, el martes próximo, cuando comience formalmente el juicio. "La corte es solidaria con el pedido" del acusado, dijo el juez Brian Cogan en una carta, en la que señaló que su conducta en prisión "ha sido ejemplar". Sin embargo, argumentó que las restricciones ya impuestas a todo contacto con su esposa tienen como objetivo "impedir que el acusado coordine cualquier escape de la prisión o dirija un ataque contra personas que puedan estar cooperando con el gobierno".  "Esto es especialmente verdadero en vísperas del juicio, cuando el acusado puede darse cuenta aún más de la realidad de las consecuencias que enfrenta si es condenado, y su motivación para escapar o para amenazar testigos puede ser mayor", precisó Cogan. Guzmán había pedido al juez un "gesto humanitario" y que le permitiese saludar brevemente a su esposa el martes próximo, dándole "quizás un abrazo". Acusado de traficar a EU 155 toneladas de cocaína a lo largo de un cuarto de siglo y protagonista de dos espectaculares fugas de prisiones mexicanas, El Chapo, de 61 años, fue extraditado hace casi dos años y encara una posible condena a cadena perpetua. La justicia no le permite recibir visitas ni llamadas telefónicas de su esposa, quien ha asistido a casi todas sus audencias. El hombre señalado como jefe del Cártel de Sinaloa, quien fue la persona más buscada por EU durante años, solo es visitado por sus abogados en la cárcel de Manhattan donde está aislado 23 horas al día.  ADN POLÍTICO