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Hoy el desafío que representa la pandemia es importante que el líder reconozca el tamaño del mismo, lo peligros y desconocido que es, que el virus es ajeno a motivaciones políticas
12:05 domingo 5 abril, 2020
Colaboradores
En tiempos de crisis como la que estamos viviendo por el Covid-19, cuya dimensión todavía hay quienes no la alcanzan a medir, los liderazgos requieren un alto coeficiente intelectual y de los conocimientos determinantes para superar la circunstancia. El líder requiere también un control sobre sus acciones y no hablar de manera precipitada; prudencia y seguridad para tomar decisiones; empatía con el sufrimiento de los demás; ser estable emocionalmente frente a la adversidad que se le presenta; tolerancia ante la frustración; equilibrio para comprender la situación; confianza en el equipo, entre otros más que lo distinguen y son ejemplo a seguir. Hoy el desafío que representa la pandemia es importante que el líder reconozca el tamaño del mismo, lo peligros y desconocido que es, que el virus es ajeno a motivaciones políticas. Cuando el líder se enfrenta a una circunstancia como por la que atravesamos y no tiene la preparación ni la capacidad intelectual y emocional para enfrentarla, aflora su personalidad y surge su ser autoritario, totalitario, manipulador, obsesivo y su paranoia. Cuál podría definir al merolico matutino que dirige los destinos del país, creo que todas las ha demostrado desde que 30 millones de “chairos” lo decidieron. Ha demostrado ser autoritario al demandar obediencia total a su equipo, al país entero. Es paranoide por su teoría de la conspiración, que según él encabezan todos aquellos que difieren de su postura. La tardanza en tomar decisiones para enfrentar la pandemia lo hace obsesivo en sus posturas al grado de que apenas hace nos días iniciaron las compras de insumos médicos requeridos desde hace más de 3 meses. Solo busca llamar la atención y que todo se centre en él, lo que demuestra su claro narcisismo y es un manipulador cuando solo busca llevar agua a su molino político.
La crisis sanitaria se enfrenta gracias a los ciudadanos que responsablemente nos hemos guardado en nuestra casa, a los gobiernos estatales que han medido las consecuencias que vienen. Pero las manifestaciones que a diario surgen de quienes laboran en centros hospitalarios por la carencia de insumos para no infectarse, dejan en claro que no estaban preparados en el sector, porque el merolico matutino decidió que no se requerían cuando inició la pandemia. La crisis económica que ya vivimos y que apenas este domingo dirá cómo las enfrentará, porque ante el desempleo y el cierre de empresas que provocó que las previsiones del secretario de hacienda en relación a que el país crecerá menos del 3 por ciento, pero él dijo tener otros datos. Así como tampoco ha hecho caso de las peticiones del sector empresarial. Y así podríamos seguir, pero ya veremos su anuncio dominical. La crisis social que nos enfrentará a un crecimiento de la, ya de por si incontrolable, violencia y desordenes que ya vemos en algunas partes como los saqueos y cambio en muchas familias de sus hábitos. Es en estos momentos cuando el país requiere un liderazgo político serio, responsable, cuyo espíritu sea realista, reflexivo, capaz de escuchar y valorar lo que realmente acontece a su alrededor y en el mundo. Pero el merolico matutino solo se escucha él, solo obedece a él, porque según él quienes no lo aceptamos y los criticamos pertenecemos a la conspiración de los conservadores. Y cómo quiere que se esté de acuerdo con él, cuando para él la única verdad es la suya que solo obedece a su narcisismo, autoritarismo, egolatría, paranoia.