Estamos justamente a unos días de que comience la semana santa, esa temporada del año que según los expertos sanitarios podría provocar la tercera oleada de contagios por Covid-19. En el país hemos visto como diversos estados del país han decidido establecer horarios restringidos y accesos controlados para sus playas, ante el temor que ya es inminente de que pueda darse de manera severa esta famosa tercera oleada de contagios.  Entonces… ¿Si se tiene ese escenario justo en las narices, por qué en San Luis Potosí no se ha hecho lo mismo? Este fin de semana que pasó pudimos ver cómo los candidatos a la gubernatura del estado, de la coalición, de Morena y del Partido Verde; prácticamente sacaron su brazo matraquero y de acarreados para mostrarse avasalladores en sus mítines de campaña, rodeados de sus simpatizantes en masivas fotografías para así poder mostrarse fuertes ante los medios de comunicación y las redes sociales. Pero de verdad, esto ya no solo preocupa sino que hasta espanta… es decir, hasta la propia exsecretaria de Salud estatal, quien estuviera al frente de la pandemia, pidiéndonos al borde de las lágrimas que nos quedáramos en casa… hoy tiene a las multitudes amontonadas al borde del contagio. Y eso es lo mismo con el candidato del Verde que aprovecha sus mismas y conocidas estrategias para aglutinar a las personas que viven en las colonias populares de la ciudad; y tampoco se nos olvida el candidato de “la coalición” que en la huasteca hace exactamente lo mismo.  Es decir, qué… aunque ya tenemos un semáforo epidemiológico amarillo, todos, absolutamente todos lo están interpretando como si fuera un semáforo verde. Ya están los antros abiertos, los bares, los bailes masivos, las fiestas al por mayor porque ahora estamos en vacaciones, la gente está saliendo a las playas y en medio de todo esto… los políticos tienen sus mítines masivos. ¡Todo un verdadero coctel de riesgos de contagios!