Hace unos días leía acerca de los gastos que se han reportado en la primera semana de la campaña por la presidencia de la República. El monto reportado y que, por cierto, suma los gastos de los principales candidatos (López Obrador, al 9 de abril, no había mandado su dato) Anaya, Meade y Zavala sumaron alrededor de 142 millones de pesos. Pero también se reportaron ingresos por alrededor de 124 millones de pesos, lo que nos da un saldo negativo de 18 millones de pesos. Recordemos que los candidatos y sus equipos de trabajo deben reportar tanto gastos como ingresos y de dónde provienen y a dónde van, respectivamente. Si tomamos como base una semana, se han gastado 20 millones de pesos al día, 845 mil pesos por hora, 14 mil cien pesos por minuto o, 234 pesos por segundo. Aquí podríamos comentar todo lo que podríamos adquirir si tuviésemos disponibles estos montos de dinero en nuestra bolsa. Qué podríamos comprar, o las deudas que podríamos liquidar, en fin, creo que cada uno de nosotros podríamos hacer mucho con estas cantidades. Pero si lo vemos como un gasto útil, este dinero, al fin y al cabo, se irá a generar actividad económica. En los eventos de campaña hay muchas cosas que se utilizan como servicios para poder llevarlos a cabo y al fin y al cabo se deben adquirir de aquellos que los provean, y normalmente, espero, se generan dentro de las localidades donde se realiza el evento; sonido, templetes, techos, alimentos, transportes locales, renta de espacios, hospedajes, en fin, se esperaría que estos gastos se usen para adquirir estos productos en las localidades que se visitan. La reflexión que quiero dejar es si vale la pena el monto de gasto, que, por supuesto, se lee alto, pero si esto sirve para dar un beneficio económico a los proveedores locales, seguro es de beneficio. Seguiremos analizando las campañas desde esta visión económica en las próximas entregas.

Saludos