Siempre he creído que lo nuevo siempre es mejor y más atractivo, esto aunque a veces no sea la mejor decisión que podamos tomar, así como los niños que compran el nuevo IPhone cada año aunque les cueste un ojo de la cara, y al final de cuentas terminan con la decepción que tienen las mismas características, los mismos errores, el mismo aspecto y se pone igual de lento, pero mínimo mientras les dura el gusto, obtienen los resultados deseados, en este panorama podemos aterrizarlo en el futbol. Necaxa regresa con lo que ya le funcionó en una ocasión, ponerle 11 petardos a Memo Vázquez y que este haga agua con las piedras y ponga a competir al equipo de Aguascalientes, y es que ya lo hizo una vez, le sacó jugo a un exiliado del Atlas como era el “Chicote” Calderón, que con Necaxa hasta llegó a debutar con la selección mexicana al igual que Jesús Angulo, junto a ellos el dúo ofensivo de Mauro Quiroga y Maxi Salas quienes jugaban de una manera endemoniada tanto así que el primero de estos siempre compitió y ganó el campeonato de goleo, haciéndolos habituales en liguilla y candidatos al campeonato. A pesar de que solo duró dos torneos, por diferencias en el “billuyo”, “la marmaja”, “la plata”, el cochino dinero o como lo conozca, se separaron. Ahora vuelven otra vez a encontrarse, ambos con la necesidad de revivir esos tiempos de gloria, ya que ambos se encuentran duramente golpeados; un Necaxa dando lastima y un Memo Vázquez súper criticado y quemado por su pésimo paso por el equipo rojiblanco más auriazul del mundo mundial, el Atlético de San Luis. Este último está con la misma necesidad de aplicar el “recalentado” con su ex, la historia perfecta de novela, amor-odio, hablo de la maldición de Poncho Sosa en San Luis. Como carambas explicas que a un técnico lo invitas a jugar en un partido de estrellas del San Luis, poniéndolo en un pedestal para que solo año y medio después correrlo a la mala; un hombre que te dio todas las glorias que tienes, lo corres y le das la espalda peor que Judas a Jesús en Galilea, a este grado de “traición” llegó uno contra el otro, pero a pesar de esto, ambos necesitan reencontrarse. Atlético de San Luis sumergido en escándalos y en la mediocridad a raíz de la salida de Sosa, por cosas que ya conocemos, pero también mi Poncho du Oro, tumbado en una racha derrotista gacha; le dieron un proyecto súper encarrilado, le dieron un Ferrari y para desvalijarlo todo y para colmo, lo choca, vuelca y lo destruye por completo… obvio no todo es culpa de él, pero en serio, que mal trabajo hizo el pobre en tierras vecinas, Sosa por ahora no se encuentra tan apurado, ya que acaba de agarrar un nuevo reto en Cd. Juárez, en la tierra de mi divo Juan Gabriel, en donde se ve que puede brillar o mínimo que le vaya bien, ya que lo que le urge a los Bravos es orden en la media y defensa y en eso mi ponchito es un buenazo. Pero ya dejando de palabrerías, ese encuentro, Atlético de San Luis y Alfonso Sosa está cantado que tarde o temprano volverán a verse, solo falta ese pasito que alguien le eche un telefonazo o aunque sea un whats al otro, porque una afición que cobija y respete a Sosa no la encontrará fuera de San Luis Potosí y al mismo tiempo el Atleti potosino, si quiere encontrar un hombre que lidere un proyecto serio, creíble y duradero es al técnico que echaron, porque ya se probó con un hombre exitoso en el futbol mexicano como Memo Vázquez y pues no pasó nada, se tiene a un hombre que se proyectaba mucho en el futbol sudamericano como Leonel Rocco y pues ha pasado muy poco, de los que salieron por casos de corrupción mejor ni hablamos, entonces ¿Qué esperan? Ya ven lo que dicen, más vale malo conocido que bueno por conocer, en su momento hubo su historia de éxito juntos, una segunda oportunidad no se le da a cualquiera, solo a quien la merece o la necesita, y Sosa merece una oportunidad en un proyecto serio, porque en la entidad potosina existe un proyecto de a deberás pero cuando los resultados no se dan se tiene que cortar cabezas, y el Atlético de San Luis necesita una segunda oportunidad, saben que iban en un camino bueno con Alfonso Sosa, pero por el cochino dinero, como Judas en Galilea traicionó a quien le había dado toda su gloria.