Vínculo copiado
Mientras los legisladores del PAN aplaudían, la izquierda silbaba, empujaba y llenaba de improperios la Cámara de Diputados; Calderón era visto por la oposición como un mandatario "espurio", la tensión llegó a su máximo nivel y Fox, con su 1.90 metros de humanidad presumía una barrera inquebrantable para la cesión presidencial
06:31 martes 12 enero, 2021
ColaboradoresMientras los legisladores del PAN aplaudían, la izquierda silbaba, empujaba y llenaba de improperios la Cámara de Diputados; Calderón era visto por la oposición como un mandatario "espurio", la tensión llegó a su máximo nivel y Fox, con su 1.90 metros de humanidad presumía una barrera inquebrantable para la cesión presidencial. Memorias de un México que vivió aquel “voto por voto, casilla por casilla”, manifestaciones de la coalición “Por el Bien de Todos” y un plantón histórico en el Paseo de la Reforma capitalino para ver a un AMLO derrotado hacer su coraje final autoproclamándose presidente legítimo de México. Catorce años han pasado desde que, con memoria y sentido común, muchos supimos que los extremos son peligrosos en todos los campos, en especial en la política. Como si de una serie de acción se tratara, el Capitolio americano revivió estos momentos con una intensidad mayor, las películas gringas siempre se han caracterizado por ser más espectaculares, con mayor recurso y por un elenco en el que Trump bien pudiera ser el malo del film. Efectos especiales, disparos, muertes y una acción propia de Hollywood, Jake Angeli ( el “hombre bisonte” ) entraba en escena para promover la ultraderecha a lo Jamiroquai, orquestado por el villano racista, la trama política se confundía entre una loca realidad o una serie más en el streaming. Estados Unidos debe resurgir de las ruinas que deja el Trumpismo, la intención de dañar la democracia y atentar el orden internacional liberal pasará una costosísima factura; polarización, poder y locura desmedida son ingredientes peligrosos, unidos a discursos incendiarios como el pronunciado por el expresidente ( que bien se lee… expresidente ) Trump, un coctail de irresponsabilidad que no debe quedar en el olvido. La polarización política siempre ha sido un recurso para asegurar votos masivos y fans carentes de lógica, tanto la izquierda como la derecha han caído en el extremo, tristes casos ultras que detonan movimientos políticos más perdurables que los líderes que los inspiraran. Lo cierto es que Donald Trump es el primer presidente de Estados Unidos con un masivo movimiento político que lleva su nombre, un Trumpismo que se resume en la retórica de siempre estar en lo correcto, su deriva autocrática y la narcisista e hiriente manipulación mediática, todo ello resumido en una larga vida que trascenderá al propio Trump. ¿Le suena conocido? «Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar», con ideas totalmente en el extremo, estos movimientos extremistas tienen mucho en común, desde la transgresión de normas políticas establecidas, al oportunismo desbocado y la hostilidad hacia reglas e instituciones que limitan la concentración del poder en el Ejecutivo. Políticas de gran discurso que se adaptan según marque la dirección del viento, el que no conoce de historia repite errores hasta lamentar sus malas decisiones… Mientras, en el corto plazo, el rol de Donald Trump como jefe de la oposición brinda una oportunidad para seguir en la palestra, fuera de la Casa Blanca estará recaudando fondos y consolidando la maquinaria del Trumpismo en plataformas mediáticas irresponsables.
¿Tendrá Trump el control del Partido Republicano? El conflicto entre sus aliados y quienes lo adversan puede llevar a la división política o a la renuncia de quienes no aceptan que Trump sea el dueño del partido y, de nuevo, el candidato a la presidencia en el 2024.
¿Cómo serán las próximas elecciones nacionales? Falta mucho tiempo, aunque es cierto que pareciera que la “segunda temporada” forma parte de un guión a la mexicana, con menos recurso pero con mismas fórmulas políticas: Autoritarismo, medios de comunicación, antipasado, fans incansables, patriotismo único, “momentos memorables” y estrategias mercadológicas que conjuntan ideas, discursos y captación de nuevos adpetos, populismo graves para democracias que deberán ser puestas a prueba. Seguro que muchos políticos sin ataduras a ideología y valor, cuya ambición es sólo superada por su oportunismo, estarán tomando nota… Javier Rueda